La extirpación de la vesícula no altera la digestión

La litiasis biliar (cálculos en la vesícula) es un trastorno que afecta al 20% de las mujeres y al 8% de los hombres mayores de 40 años. Aunque existen fármacos para su tratamiento, la colecistectomía o extirpación de la vesícula constituye la terapia de elección para este defecto. Según los expertos, dicha intervención quirúrgica no altera el proceso digestivo ni supone ningún cambio o restricción dietética en la vida del paciente. La función principal de la vesícula es almacenar la bilis, sustancia que ayuda a realizar la digestión de los alimentos.

Antonio Bueno, 74 años, salmantino de nacimiento afincado en Zafra (Badajoz) ha sufrido varios cólicos biliares (dolor abdominal agudo que puede ir acompañado de vómitos y estreñimiento o diarreas). Al quinto, en un periodo de 15 años, fue al especialista. "Los síntomas han sido siempre los mismos: dolor fuerte de estómago y náuseas, a intervalos, durante varias horas. En el último cólico, permaneció un dolor en el lado derecho y decidí ir al especialista. Esperaba que me operaran por laparoscopia, pero por mis circunstancias personales, ya me han operado varias veces del estómago, los médicos decidieron intervenir por la forma tradicional. Ahora, estoy totalmente recuperado y contento porque puedo comer de todo. De momento no he tenido ningún problema".

Los cálculos biliares se originan por dos causas fundamentales. Por un lado, porque se produce una alteración del metabolismo de la bilis y, por otro, porque existe una serie de factores (obesidad, ser mujer) que facilitan que esta sustancia esté más tiempo de lo normal en la vesícula. La bilis se produce en el hígado, desemboca en el intestino e inicia (a través de uno de sus componentes, los ácidos biliares) la digestión de algunos alimentos, sobre todo las grasas.

"La bilis es una suspensión acuosa de tres elementos básicos, los ácidos biliares, colesterol y fosfolípidos, unos derivados de las grasas. Si esas tres sustancias están en una concentración adecuada, el colesterol queda solubilizado de una forma especial en el agua. Si, por el contrario, hay una proporción relativa de las tres sustancias, el colesterol no se solubiliza y precipita en forma de cristales cada vez mayores y se originan los cálculos", explica Joaquín Potel, jefe del servicio de Cirugía General y de Aparato Digestivo del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela (La Coruña).