Amor dará prioridad en su política al PHN y a la reducción del minifundismo
Sin agua, el campo valenciano no puede funcionar, argumentó ayer la consejera de Agricultura, Gema Amor. Por ello uno de los ejes prioritarios de la política agraria del Consell en los próximos cuatro años será el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y el Plan Nacional de Regadíos. Amor recordó que el programa de modernización de regadíos, con el que se pretende aprovechar al máximo los recursos de una autonomía que, reiteró, sufre un déficit hídrico, incluye actuaciones para aumentar el riego localizado o depurar aguas residuales.
Los grandes objetivos esbozados por Amor continúan la línea de trabajo del departamento que dejó María Ángeles Ramón-Llin, que ayer escuchaba desde su recién estrenado escaño. Amor mencionó el minifundismo como otra de las grandes "amenazas" del campo. Por ello, y aunque en la última legislatura se aprobó la ley contra el minifundismo (Ley de Ordenación y Modernización de Estructuras Agrarias), anunció el diseño de un Programa de Redimensionamiento de Explotaciones. La intención es primar "en todo tipo de convocatorias de ayudas" a las explotaciones que resulten de la concentración o de cultivos en común.
El plan de trabajo presentado ayer incluye 50 medidas. Algunas de menor contenido práctico, como la propuesta de declaración del Tribunal de las Aguas como Patrimonio de la Humanidad, y otras más dirigidas a cubrir las necesidades del sector y sus profesionales. Entre las últimas, la consejera mencionó el compromiso de "garantizar un crecimiento de la renta agraria" con medidas fiscales.
La erradicación de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata), una política de desarrollo rural o la creación de una denominación paraguas para los vinos valencianos -que ya prometiera la anterior consejera de Agricultura pero que no cuaja por el desacuerdo entre las distintas denominaciones de origen- fueron otras propuestas.
La oposición recordó a Amor que para desarrollar todas las medidas hace falta "voluntad, dinero y esfuerzo". El diputado socialista Antoni Lozano calificó de "desastre" para el campo el balance de los últimos años y pidió que Amor le garantice que su nombramiento no persigue acabar con los profesionales que quedan. Y Dolors Pérez, diputada de l'Entesa, defendió, entre otras cuestiones, que si no hay un plan nacional para luchar contra la mosca del Mediterráneo no será posible erradicar la plaga en la Comunidad Valenciana. Pérez pidió un censo agrario, elecciones a las cámaras agrarias y "ni una sola" transformación de secano a regadío", entre otras cuestiones.
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