Una crónica de 500 días
La obra Galileo en Roma. Crónica de 500 días se enfrenta al proceso Galileo con asombroso detalle sobre la vida del científico en la capital eclesiástica, sus relaciones y reuniones con papas y cardenales, y su empeño por entrar en la mejor sociedad, ante la que, en muchas ocasiones, se comportó con suficiencia. Motivos tenía. Los historiadores relatan también los conflictos entre sectores poderosos de la Iglesia en torno a Galileo, o poniéndole como disculpa.
Mariano Artigas y William R. Shea, autores de Galileo en Roma. Crónica de 500 días, le reconocen como "el padre de la ciencia moderna y una figura destacada en la historia de la humanidad". Shea, canadiense de 66 años, ocupa la Cátedra Galileo en la Universidad de Padua (Italia), y Artigas, nacido en Zaragoza en 1938, fue decano de la Facultad Eclesiástica de Filosofía de la Universidad de Navarra. En 1999 halló un documento sobre el proceso de Galileo en el archivo del Santo Oficio. Es sacerdote del Opus Dei.
Galileo era una figura de fama y prestigio incuestionables cuando la Inquisición decide procesarlo. Lo hace sin contemplaciones. El último capítulo del libro no deja lugar a dudas. Galileo, tras su tercera declaración, "volvió medio muerto
" "por su terrible experiencia". El Santo Oficio, "bajo la presidencia de Urbano VIII, decidió que había que llamar a Galileo para un último interrogatorio para determinar de modo técnico, amenazando con la tortura si era preciso, cuál había sido su verdadera intención al escribir el Diálogo".
El 22 de junio de 1633 Galileo fue llevado por última vez ante sus inquisidores, muerto de miedo. Y escuchó esta sentencia: "El Santo Oficio te ha encontrado vehementemente sospechoso de herejía, o sea, de haber sostenido y creído la doctrina falsa y contraria a las Sagradas Escrituras, de que el Sol es el centro de la Tierra y no se mueve de Oriente a Occidente, y que la Tierra se mueve y no es el centro del mundo". Fue condenado y sus libros prohibidos como "humillación pública y advertencia para otros".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
