Solbes reconoce que la recuperación "se ha retrasado de nuevo"
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el español Pedro Solbes, afirma en un informe distribuido esta semana a sus colegas del Ejecutivo comunitario y expuesto ayer a los ministros europeos de Finanzas de la UE en Stresa (Italia) que la recuperación económica de la zona euro "se ha retrasado de nuevo" y que será "menos fuerte" que lo previsto hace unos meses. Pese a todo, dice el comisario en el documento, hay factores que auguran un claro repunte en la segunda mitad de este año, como el descenso de la inflación, el ambiente global internacional, los bajos tipos de interés, la mejora de la confianza entre los consumidores y las alzas en las bolsas.
El informe ha sido elaborado tras conocerse que la Comisión Europea ha rebajado a la mitad las previsiones de crecimiento de la eurozona para este año, fijadas ahora en el 0,5%. Tan drástica rebaja con respecto a lo anunciado la pasada primavera se produjo después de saber que la eurozona estuvo estancada en el primer trimestre del año y sufrió un retroceso del 0,1% en el segundo trimestre. Para este trimestre, Bruselas estima que crecerá como mucho un 0,4% y entre 0,2% y en 0,6% el último trimestre.
Solbes se declaró ayer ante los periodistas "optimista, pero prudente", toda vez que ya en primavera de 2002 se anunció la recuperación para finales de ese año, luego para comienzos de 2003 y ahora para finales de año. "La situación económica no es la que nos hubiera gustado", reconoció. Algunos de los aspectos más destacados en el informe son los siguientes:
- Motivos del estancamiento. Salvo el consumo público, todos los componentes de la demanda han sufrido retrocesos en el segundo trimestre del año. Los gastos de inversión también se han contraído en la primera mitad del año. Las exportaciones igualmente han influido negativamente, debido a la apreciación del euro. El indicador de confianza entre los consumidores no ha aumentado debido en buena parte "al deterioro gradual del mercado laboral, que no apunta una mejora significativa para este tercer trimestre".
- Factores para la recuperación. Más que "datos firmes", hay "algunas señales" que auguran un repunte. Es cierto que la producción industrial es incluso más baja que hace un año (caída del 0,8% en el segundo trimestre con respecto al primero), pero el comercio minorista está creciendo aunque no sea al ritmo esperado. Los datos sobre inflación, tipos de interés, mercados bursátiles y otros apuntan en la buena dirección, como también lo hacen las reformas estructurales lanzadas en varios países (Alemania y Francia sobre todo).
- Riesgos. El repunte en la UE "estaría en riesgo" o sería menor que el previsto "sobre todo si la recuperación en EE UU es vacilante", aunque en este caso todo apunta al optimismo. Otro "factor de riesgo" es el cambio euro-dólar. La apreciación de la moneda europea frente al billete verde este año y el anterior "ha estado obstaculizando la recuperación" porque ha influido negativamente en las exportaciones europeas aunque haya supuesto un estímulo al consumo. Por eso, cualquier "excesiva apreciación" del euro dañaría las expectativas de recuperación. Las sociedades, de otro lado, deben finalizar sus ajustes contables para mejorar la productividad. Por último, bajar la guardia en los esfuerzos a favor de las reformas estructurales, "sobre todo en los mercados laborales", produciría "negativos efectos sobre la confianza" que afectarían al potencial de crecimiento.
- Situación internacional. Superada la recesión de 2001, EE UU crecerá este año un 3,6%; Japón, por encima del 1,5%; Rusia, el 7%. Otros mercados emergentes (este de Europa y Asia o Latinoamérica) están en recuperación. El precio del petróleo bajó a 23,3 dólares el barril a finales de abril, pero ha subido a casi 30 este mes y hay factores a tener en cuenta: las dificultades para restablecer la producción en Irak, las incertidumbres en Venezuela y Nigeria o los bajos niveles de reservas.
- Tipos de interés. El Banco Central Europeo (BCE) los bajó en junio al 2% y el mismo mes la Reserva Federal los situó en el 1%. Los tipos a largo plazo han subido por los miedos a la deflación y al sostenimiento de las finanzas públicas. Los bonos alemanes a 10 años están al 4%, y los estadounidense, al 3,8%. Se estima que este año la apreciación final del euro frente al dólar será del 11% con respecto al año anterior, lo que tendrá un efecto negativo sobre el comercio exterior europeo. Las bolsas, que cayeron a niveles de 1997 justo antes de la guerra de Irak, están subiendo por las expectativas de crecimiento de EE UU y Japón.
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