_
_
_
_

La falta de médicos amenaza la actividad de los pequeños hospitales comarcales

Algunos centros han reducido servicios al no poder cubrir las vacantes de especialistas

Miquel Noguer

España es, tras Italia, el país del mundo con mayor proporción de médicos por cada 1.000 habitantes, un total de 21. En Cataluña esta proporción es todavía mayor, pero ello no parece beneficiar a los hospitales más alejados de Barcelona, que han tenido que unirse para hacer frente a un problema común: no encuentran médicos. El relativo aislamiento de estos centros, su falta de medios y la dificultad para llevar a cabo trabajos de investigación o reciclaje frena a muchos profesionales sanitarios a la hora de pensar en trabajar en hospitales como los de Valls, Vielha, Sant Celoni o Berga.

Las luces de alarma llevan años encendidas, pero nunca hasta ahora los hospitales pequeños habían tenido tantos problemas para encontrar profesionales que quieran trabajar en ellos a largo plazo. Así queda reflejado en un informe elaborado por 15 centros miembros del Consorcio Hospitalario de Cataluña, entre los que se encuentran el hospital de Sant Jaume de Olot, el Sant Hospital de la Seu d'Urgell, el hospital del Pallars, de Tremp o el hospital de Puigcerdà. Estos centros tienen en común estar situados lejos de Barcelona, en zonas poco pobladas y que poseen un número de camas inferior al centenar. Por esta razón desde el consorcio hospitalario se les denomina "pequeños hospitales".

Pero sus problemas no tienen nada de pequeño. Carles Manté, director general del Consorcio Hospitalario de Cataluña, considera que la falta de médicos es un problema "grave". "Muchas veces los médicos prefieren precariedad laboral en un gran hospital, a la estabilidad de los pequeños porque lo que realmente valoran es la cercanía a su Universidad, a la tecnología punta y el apoyo de un equipo de profesionales que a menudo un hospital rural no puede permitirse". Y pone ejemplos: "Algunos hospitales del Pirineo ya han tenido que reducir servicios, como el de pediatría o traumatología, porque no pueden cubrir las plazas vacantes".

Y ello acaba repercutiendo en el servicio. La falta de profesionales es una de las claves para explicar por qué una de las zonas menos pobladas de Cataluña, como son las tierras del Ebro, tiene listas de espera más importanes que, por ejemplo, el Maresme. Según el último informe sobre listas de espera, presentado esta misma semana, el hospital Verge de la Cinta de Tortosa acumula una demora media de 5,87 meses para realizar cualquiera de las 14 operaciones incluidas en el plan de choque de Sanidad. Este tiempo de espera sólo es comparable con el del Hospital Clínico de Barcelona o con el del hospital de Badalona. De hecho, el Verge de la Cinta es el quinto centro con más listas de espera de Cataluña.a problemática que plantea el informe del Consorcio Hospitalario ha sido estudiada en el Departamento de Sanidad, que busca medidas para garantizar la cobertura de las plazas de los hospitales comarcales.

El consejero de Sanidad, Xavier Pomés, niega que la falta de especialistas sea un problema general. Sostiene que afecta a unas pocas especialidades: "Nos faltan anestesistas, traumatólogos, radiólogos y, quizá, ginecólogos", asegura. Por esta razón, Pomés pretende recoger y estudiar la viabilidad de algunas de las propuestas que le han formulado los responsables de los pequeños hospitales comarcales. Una de las salidas que éstos proponen para paliar la falta crónica de algunos especialistas es alcanzar acuerdos con los grandes hospitales universitarios del área de Barcelona y de las capiatales de provincia que ejercen docencia, para que los médicos en prácticas que se están formando en ellos puedan desarrollar parte de su carrera formativa en un centro hospitalario más pequeño.

Carles Manté, director general del Consorcio Hospitalario, considera que si se lograra alcanzar un acuerdo de este tipo, "algunos jóvenes médicos que no se han planteado hasta ahora trabajar en un hospital alejado de Barcelona podrían acabar haciéndolo. Tenemos que darles la posibilidad de probar lo que significa trabajar en este tipo de centros". Pero esto no se logrará, según Manté, sin la "complicidad" de los grandes hospitales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La idea de la Generalitat va por otro camino. Según Pomés, lo que se está estudiando es la posibilidad de importar profesionales de otros países. En concreto, se trata de "averiguar qué universidades latinoamericanas ofrecen una mejor formación académica en Medicina, intentar captar a sus licenciados y facilitarles la convalidación de su título para que puedan ejercer en España, en estos hospitales". El problema es que este procedimiento es lento y las decisiones sobre convalidación de títulos dependen del Ministerio de Educación, con lo que la Generalitat tiene poco que hacer.

Los hospitales comarcales ven con buenos ojos esta propuesta y recuerdan que algunos de estos centros ya tienen plantillas con el 15% de sus facultativos procedentes de América Latina.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_