A Woody Allen le avergüenza la ineptitud del Gobierno de su país
Woody Allen es la amabilidad en persona. Y un sabio. Eso ya se sabe. Pero aun así no deja de extrañar que uno de los genios de nuestra época no se revele arrogante ni por un momento. Ayer, en Barcelona, el neoyorquino universal volvió a demostrar que es todo un caballero.