Por el Sáhara

Durante este verano, 3.000 niños saharauis han estado conviviendo en nuestros pueblos de Andalucía, disfrutando de lo que les falta en los campamentos. Los niños saharauis y su pueblo no tienen nada en medio de la nada. Sólo pueden ofrecer un ramo de tempestad del árbol de las dunas y el generoso agradecimiento de su nobleza. Esta emoción de cariño y afecto no nos hace olvidar la nueva situación creada tras la resolución de apoyo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas al Plan Baker, que sin ser la mejor de las soluciones, ha hecho que Marruecos de nuevo dé un paso más en su actitud provocativa e intolerante rechazando la propuesta, que hace sólo unos meses aplaudía por el hecho deleznable de reconocerle implícitamente la soberanía de un territorio al que no tiene derecho y que se le otorga como botín de guerra.

La ONU y la comunidad internacional no pueden quedarse de brazos cruzados mientras Marruecos y su rey Mohamed VI se ríen continuamente de las propuestas y resoluciones que se adoptan. Marruecos ha rechazado el Plan Baker censurando la actitud de Naciones Unidas y criticando a España por defender el derecho inalienable a la autodeterminación del pueblo saharaui.

¿Hasta cuándo se le va a consentir que se siga comportando como el perro del hortelano, que no comía ni dejaba comer? ¿Hasta cuándo se le va a soportar a este reyezuelo feudal y a su corte mofarse de todo el mundo? El Frente Polisario ha dado un paso de gigante aceptando explorar el Plan Baker, el cual podría haber sido impuesto por el Consejo de Seguridad. Una actitud generosa y desprendida pese al riesgo de entrar en una hoja de ruta de difícil retorno y dudoso cumplimiento. Todo para romper con el inmovilismo y poder avanzar en una salida real del conflicto que dura ya 40 años para la población saharaui desde que en la década de los sesenta la ONU planteo la descolonización y el derecho a la autodeterminación para el pueblo saharaui.

¿Qué espera ahora la ONU de los saharauis? Que sigan pacientemente sobreviviendo divididos entre el exilio de la Hammada y/o el presidio marroquí, hasta que a la real politik de Marruecos le favorezcan las propuestas de anexión y reconocimiento del territorio del Sahara Occidental como propio sin más. El Frente Polisario estaría en su derecho de retractarse y rechazar el Plan Baker ante la ineptitud de la ONU y el conformismo de la comunidad internacional.

Queremos decir que el movimiento civil y popular de solidaridad español con el pueblo saharaui aceptaremos las decisiones que soberanamente decidan las autoridades saharauis y respetaremos sus decisiones, por lo que manifestamos lo siguiente: Queremos decir bien alto que no abandonaremos nuestro trabajo hasta que los saharauis puedan decidir libremente su futuro y así poder regresar a su tierra.

La última resolución de la ONU, si no se va a aplicar por rechazo de Marruecos pese a haberse adoptado por unanimidad de sus 15 miembros, es inaceptable para un pueblo que cumple 28 años en el exilio y también un insulto a todos y en especial a las personas solidarias con los derechos humanos y de los pueblos.

El Gobierno español tiene que saber que le seguiremos exigiendo que mantenga una política de apoyo sin reservas a la celebración de un referéndum libre en el Sahara Occidental. Nuestro reconocimiento a las miles de personas que, año a año, contribuyen de forma solidaria por su inestimable colaboración para nuestros proyectos.