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Marte es ya la estrella más brillante

El planeta estará el 27 de agosto a la menor distancia desde hace casi 60.000 años

Aunque Marte sea únicamente una estrella más para la mayor parte de los observadores de esta oposición planetaria (y sólo la más brillante porque Venus, su posible rival, no se observa ahora dado que está al otro lado del Sol), existen muchos de ellos que ya están aprovechando su cercanía para observar el planeta con cualquier telescopio.

Debido a la inclinación del eje de rotación del planeta es visible el casquete polar sur, (ya muy disminuido por el verano marciano) y muchos otros accidentes de la superficie de este pequeño planeta, el más estudiado y considerado el más parecido a la Tierra.

No tendrán los astrónomos, aficionados o profesionales, otra oportunidad así hasta dentro de 284 años, cuando el planeta se acerque 70.000 kilómetros más. Hace dos años también estuvo bastante cerca pero una gran tormenta de polvo en Marte hizo difícil la observación. Las máximas aproximaciones recientes fueron en 1971 y 1988.

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Marte es un objeto difícil de ver desde la Tierra en condiciones normales dado que su diámetro es la mitad que el de la Tierra. Estos días se observa como se vería una moneda de dos euros desde 214 metros de distancia, según informa Miramon, Kutxaespacio de la ciencia.

Los astrónomos miden el brillo aparente de los objetos celestes en una escala inversa. A los objetos más brillantes se les asigna una cantidad negativa. Estos días, el brillo de Marte supera ya -2,6 y el 27 de agosto alcanzará -2,9. La estrella más brillante es Sirio, con -1,4, mientras que la luna llena alcanza -12,7.

186 segundos luz

La distancia a la que se acerca Marte este año, que en unidades astronómicas es de sólo 186 segundos luz, y su comparación con las que alcanzó en el pasado han tenido que ser calculadas con motivo de esta oposición con todos los datos acumulados en los últimos años, en los que se ha producido un gran desarrollo en afinar el cálculo de trayectorias y distancias celestes, espoleado por las distintas misiones espaciales.

Así, las primeras estimaciones fueron hechas por el astrónomo belga Jean Meeus, según Space.com, que calculó que el planeta estará más cerca que en los últimos 73.000 años. Un experto en órbitas, Myles Standish, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, refinó los cálculos a finales de 2002 y redujo esta estimación a casi 60.000 años, con la lógica falta de precisión que deriva del continuo baile planetario, en el que juegan un papel la excentricidad de las órbitas de Marte y de la Tierra y los cambios en la posición relativa de uno y otro cuerpo celeste a lo largo de miles de años.

Aunque los astrónomos puedan ver Marte mejor que nunca no son visibles, desde luego, los detalles de la superficie marciana que suministran desde hace varios años los dos satélites estadounidenses en órbita de Marte (Mars Global Surveyor y Mars Odyssey), en imágenes que ya han convertido el planeta en el mejor conocido del sistema solar. Una gran selección de estas imágenes está disponible en la dirección de Internet www.msss.com.

El estudio detallado de Marte ha puesto de actualidad nuevamente la gran incógnita del planeta, la desaparición de su superficie del agua supuestamente abundante en el pasado. Los científicos están explorando distintas hipótesis para explicar la desaparición del agua, cuyos rastros son profusos en gran parte de la superficie. En sus condiciones actuales, el agua es inestable en la atmósfera marciana, pero los instrumentos de las naves en órbita indican que existe agua, aunque probablemente a cierta profundidad y de forma dispersa (excepto en los polos) contrastan con la evidencia de las imágenes tomadas en los últimos años, que revelan en algunos lugares escorrentías y cárcavas que parecen muy recientes y que sólo el agua podría haber producido. Tras haberse planteado varias explicaciones, como la existencia de géiseres, acuíferos a gran altura, manantiales de dióxido de carbono a presión o fuentes volcánicas profundas, recientemente un investigador ha hallado otra explicación para este misterioso fenómeno, al menos en un caso.

Según el estudio de una de las imágenes del Mars Global Surveyor, realizado por Philip Christensen y publicado en Nature, las hendiduras se originan en un depósito de nieve y hielo en la parte superior de una ladera. Estos depósitos, explica este investigador, se forman en el invierno y desaparecen en el verano. El calor del Sol los derrite parcialmente causando los efímeros flujos de agua que desaparecen rápidamente pero dejan su huella.

Los interesados en el actual acercamiento de Marte y, por extensión, en el planeta, disponen de gráficos, mapas y datos en varias direcciones de Internet, como skyandtelescope.com/observing/skychart/,www.space.com, sci.esa.int/science, www.planetary.org y www.astrored.net/vigia/. Los planetarios españoles también han preparado información y programas especiales sobre este acontecimiento.

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