Los pantanos del Zadorra entran en alerta aunque no se prevén restricciones de agua

Los pantanos que abastecen a los municipios del Gran Bilbao y Vitoria han entrado en situación de alerta, aunque aún contienen reservas para garantizar el suministro de agua durante siete meses sin necesidad de restricciones. El Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, que abastece a casi un millón de usuarios de 53 localidades, pidió ayer "un consumo responsable" ante un verano especialmente seco y caluroso.

En Vitoria, como en Bilbao, el abastecimiento de agua está garantizado hasta finales de marzo pero el Ayuntamiento se unió ayer a la llamada a la responsabilidad y decidió restringir el riego de los parques públicos con agua potable. Los parques de El Prado y Las Conchas se verán libres de restricción ya que riegan con aguas residuales. En el de La Florida, por su carácter de jardín botánico, se seguirá empleando agua potable.

Los embalses del Zadorra contenían ayer 118,15 millones de metros cúbicos de agua. Estos días apenas entran en los pantanos 50.000 metros cúbicos diarios mientras que salen 300.000 destinados al consumo del Consorcio y otros 70.000 destinados a Vitoria. Además, desaguan 75.000 metros cúbicos del denominado caudal ecológico. Las elevadas temperaturas están causando también elevadas pérdidas por simple evaporación. Según los cálculos del Consorcio, se escapan cada día a la atmósfera 55.000 metros cúbicos de agua, el equivalente a la demanda diaria del municipio de Getxo.

En total, los embalses pierden cada día 450.000 metros cúbicos de agua embalsada. El déficit que se va acumulando ha hecho que los pantanos entren en situación de alerta, el escalón anterior al que se considera de inicio de sequía. Su estado es, sin embargo, más positivo que en 2002. Ayer se hallaban al 62% de su capacidad, mientras que hace un año sólo llegaban al 55%, y estuvieron en situación de alerta entre los meses de abril y noviembre.

El presidente del Consorcio, Iñaki Etxebarria, quiso tranquilizar a los usuarios remarcando que el suministro se puede afrontar "con normalidad". Las restricciones, añadió, sólo se aplicarían si en un plazo de siete meses no lloviese ni una sola gota.

El abastecimiento con camiones a municipios ajenos al Consorcio que lo demanden, como ocurre con las localidades cántabras de Castro Urdiales y Noja y con las vízcaínas de Orduña, Maruri y Zeberio, continuará mientras sea necesario por razones de "convivencia y proximidad". "Apenas suponen el uno por mil del consumo diario del Consorcio", subrayó Etxebarria.

Problemas con el ganado

En Álava se tienen que abastecer con cisternas Lezama, Lekamaña, Sojo, Costera, y los barrios de Gorbea de Ozeka y el de San Prudencio en Luiaondo. En el caso del uso para el ganado la situación es preocupante. Sólo en Lezama hay unas 1.300 cabezas de ganado mayor y otras 3.000 de ganado menor a las que ya se ha comenzado a restringir el consumo de agua y de forraje.

En Guipúzcoa, los pantanos están por debajo del nivel que tenían en agosto del año pasado, pero no hay motivo de preocupación, según las tres entidades encargadas del suministro de agua. El agua embalsada garantizar el suministro hasta fin de año, aunque no llueva hasta entonces, informa Yolanda Montero.

Aún así, el Ayuntamiento donostiarra lleva alrededor de un mes realizando un riego más racional de los jardines y restringiendo el baldeo de las calles de la ciudad a las zonas que más necesidades presentan, según apuntó el concejal de Servicios Urbanos, Alberto Rodríguez.

Como ocurre en el resto del País Vasco, sólo las pequeñas localidades guipuzcoanas que se abastecen de sus propios manantiales están sufriendo las consecuencias de la sequía. Amezketa, Berastegi o Zegama, por ejemplo, viven una situación "más preocupante", según los responsables del suministro, pero aún no se han planteado cortes de agua.