"Nuestro primer problema en Irak es que hemos perdido la seguridad"
La inseguridad, la falta de servicios públicos y el desempleo son los mayores problemas a los que se enfrentan los iraquíes, denuncia Gabriel Kasab, arzobispo católico caldeo de Basora. Kasab se encuentra en España para sensibilizar a la sociedad sobre la crisis iraquí. "El primer problema es que hemos perdido la seguridad, no la hay", dice el arzobispo.
Debido a estas dificultades, el desarrollo de las tareas humanitarias de la diócesis de Basora se complica. Actualmente realiza 14 programas, entre ellos el reparto de medicamentos, la distribución de agua y el asilo habitacional a familias desprotegidas. Kasab, de 65 años, prevé que en cuanto se instaure la seguridad en el país árabe, su diócesis pueda abrir escuelas católicas con la ayuda de la organización española Mensajeros por la Paz y otras entidades internacionales.
Entre otros retos futuros, la Iglesia caldea, que cuenta con 22 obispos en Irak, se plantea ampliar la ayuda económica a familias sin ingresos y reestablecer el funcionamiento de hospitales infantiles afectados por la guerra.
Mientras tanto, explica Kasab, lo único que puede hacer en materia de seguridad es pedir a los cristianos iraquíes, que representan el 3,5% de la población, que no se unan a las oleadas de bandas criminales. "Lo hemos conseguido, no han robado ni una hoja", asegura el arzobispo.
En ese sentido, afirma que la labor que realizan diversas ONG y el Ejército españoles en Irak "es muy importante". Por esta razón dice: "No vengo a pedir ayuda, he venido a agradecer las ayudas de España".
Kasab, que visitará cinco ciudades españolas hasta el próximo viernes, se entrevistará con altos cargos del Gobierno y de ONG.En su viaje, el arzobispo de Basora está acompañado por el presidente y fundador de Mensajeros por la Paz, el sacerdote Ángel García, quien espera obtener una mayor contribución de España en la reconstrucción de Irak. "El pueblo español no ha vibrado a la hora de la solidaridad en Irak (...). Uno se pregunta: ¿dónde están ese millón de personas que decían sí a la paz?".
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