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Entrevista:ELOY GUTIÉRREZ MENOYO | Ex preso político y disidente anticastrista

"Hay que reinventar la revolución cubana"

Eloy Gutiérrez Menoyo (Madrid, 1934) tiene todas las credenciales revolucionarias. Su hermano José María murió a los 16 años luchando al lado de la República Española contra Franco. Su hermano Carlos combatió contra el nazismo y en 1957 cayó en La Habana cuando dirigía el asalto al palacio presidencial, cuyo propósito era derrocar a Fulgencio Batista. Durante la lucha insurreccional en Cuba, Menoyo dirigió un frente guerrillero en las montañas del Escambray y, por bajar de la sierra con grado de comandante, la revolución le concedió la ciudadanía cubana. En 1960 se exilió por su desacuerdo con el rumbo comunista que tomó el proceso revolucionario. Menoyo regresó armado a la isla en 1964 para luchar contra Castro, pero fue detenido y pasó 22 años en la cárcel. Cuando salió, gracias a las gestiones de Felipe González, se instaló en Miami, se casó y tuvo tres hijos. Hace 10 años fundó la organización moderada Cambio Cubano, que aboga por el diálogo como vía para promover una transición política en la isla. En 1995 regresó a Cuba y se entrevistó con su adversario, Fidel Castro, gesto que le costó caro en Miami, donde fue acusado de traidor. Gutiérrez Menoyo se ríe: "Para muchos soy el malo de la película". Estos días se encuentra en La Habana con su esposa y sus hijos, "de vacaciones".

"Desde que llegó al poder, Aznar ha tenido una actitud de confrontación"
"La situación se deteriora en todos los órdenes. Se corre el riesgo de perderlo todo"

Pregunta. Su hermano murió por la revolución y usted mismo comandó un frente guerrillero. ¿Mereció la pena?

Respuesta. Sí, porque hubo un momento, en 1959, que se logró prácticamente la unidad de todo el pueblo en torno a una sola consigna: libertad con pan y pan sin terror. Pero ésta no es ya la revolución que despertó aquellos sueños. No se ha logrado el pan y la supresión de muchas libertades ha sido traumática.

P. ¿Cuál es el balance?

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R. A pesar de todo lo negativo, hay cosas buenas. Está el sistema educativo y la asistencia medica, aunque puede cuestionarse si son logros propios o productos de la subvención de la antigua URSS. Pero yo no pierdo la esperanza de que prime la inteligencia y se retomen las riendas de la revolución. Hay que reinventarla, cambiar su curso y que no sea sinónimo de falta de libertades.

P. ¿Eso depende sólo de Fidel Castro?

R. De Castro y de todos los que puedan ser ejes principales en este proceso, incluido el exilio y EE UU. Si prima el empecinamiento, todo puede acabar de forma caótica.

P. Mucha gente esperaba que, en el discurso del 50º aniversario del asalto al cuartel de Moncada, Castro hablara de la estrategia política y económica cara al futuro. Pero se centró en el enfrentamiento con la UE.

R. Ha cambiado momentáneamente un enemigo principal por uno secundario. Trata de crear una imagen de que todo está bien, y no es así. No aporta nada nuevo. Esto frustra a la gente porque esperaba haber vislumbrado un camino con una esperanza y un futuro.

P. ¿Cómo un hombre como usted, que pasó 22 años en una cárcel, deja de lado el rencor y aboga por la reconciliación?

P. La cárcel fue extremadamente violenta y brutal, y no se la deseo a nadie, ni a mis carceleros. Pude salir y rehacer mi vida. Me casé y tengo tres hijos, que no tienen culpa de lo que yo pasé, y no tengo derecho a inculcarles sentimientos de odio o venganza. Quiero que crezcan sabiendo lo que es el amor y que éste es un país maravilloso. Quisiera que ellos vivieran aquí. Vengo reclamando hace años mi derecho a vivir en este país, a trasladarme aquí con ellos y a abrir oficinas de Cambio Cubano.

P. ¿Con este Gobierno?

R. Si se dieran pasos para que entre todos creásemos un futuro mejor para los cubanos.

P. ¿Se imagina a Castro encabezando una transición? ¿Qué posibilidades ve de un cambio a corto plazo en Cuba?

R.Veo una situación que se deteriora en todos los órdenes. Se corre el riesgo de perderlo todo. Lo deseable es que prime la inteligencia. En los noventa no se quería dolarizar el país ni abrir Cuba a la inversión extranjera, y no quedó más remedio que hacerlo. Ahora la realidad impone que haya cambios políticos, que se avance hacia la democratización.

P. En 1995 pidió ya que le dejaran regresar a Cuba y abrir oficinas de su partido.

R. Siempre me han contestado no, pero dejando una puerta abierta, pero no me engaño. Es una tarea difícil, pero hay que seguir trabajando por ello.

P. ¿EE UU no ha sido el principal aliado de Fidel para que se mantenga en el poder?

P. Hasta ahora la política norteamericana ha sido de confrontación, y no contribuye nada a la democratización de Cuba. Inclusive, el tratar de apoyar una disidencia y que ésta sea percibida como aliada de Washington no ayuda a fortalecerla, sino que la debilita cada vez más.

P. ¿Qué opina del reciente encarcelamiento de disidentes y el fusilamiento de tres secuestradores?

R. Los fusilamientos quizás pretendían atemorizar a otros que pudiesen realizar hechos similares. Pero no lo ha logrado, pues con posterioridad ha habido más intentos de secuestro. No hubo ni muertos ni heridos que justificaran esas ejecuciones, y mucho menos con la celeridad que se hizo. Los disidentes fueron acusados de trabajar para una potencia extranjera. Pero no hay que olvidar que el primero que se alió con una potencia extranjera, la antigua URSS, fue el Gobierno cubano. Es cierto que el embajador norteamericano en Cuba actuó de forma provocadora e injerencista y se dedicó a manipular a la oposición a capricho. Pero las condenas fueron injustas y excesivas. La soga se partió por el extremo más débil, y contra el provocador no se ha tomado ninguna medida ni se le ha expulsado.

P. ¿Cómo evalúa las sanciones diplomáticas de la UE tras lo sucedido?

R. Cuba dice que la UE se ha alineado con la política de EE UU. Yo no lo creo. Ahora la cosa se ha ido de las manos, pero se puede arreglar, aunque depende mucho de la posición de Cuba. La UE debe mantener una política hacia Cuba equidistante de la de EE UU, como sucedía hasta ahora.

P. ¿Qué le parece la invitación a disidentes a las embajadas de la UE en las fiestas nacionales?

R. Cuba le da mucha importancia a esa cuestión, pero no le veo nada del otro mundo. Son fechas patrióticas y tiene el mismo derecho a celebrarlo y a participar un funcionario del Gobierno cubano que un opositor. Pero, si con esta medida la intención de la UE ha sido molestar y abrir una vía de confrontación, creo que es un error.

P. ¿Cómo juzga la política de Aznar hacia Cuba?

R. Desde que llegó al poder, Aznar ha tenido una actitud de confrontación. Hasta para los propios intereses de los españoles en la isla, la política de Aznar es perjudicial. El problema de Cuba lo tenemos que resolver los cubanos. Es bueno buscar apoyo en otros países para que contribuyan con sus buenos oficios. Pero la vía para resolver nuestros problemas no es que se creen más problemas.

P. ¿Qué papel debe jugar el exilio en el futuro de Cuba?

R. Jugará un papel importante en la medida en que cambie. Cada vez hay más gente a favor del diálogo y a favor de una solución pacifica. Otra parte del exilio, minoritaria, pero que sigue siendo la más poderosa y la que más se escucha, está llena de odio y resentimiento. El odio seria desestabilizador en cualquier proceso democrático.

Eloy Gutiérrez Menoyo, esta semana en La Habana.
Eloy Gutiérrez Menoyo, esta semana en La Habana.PABLO IBARRA

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