El agua del trasvase del Ebro será seis veces más cara que la del Tajo-Segura, según el PSOE

El coste final del agua del trasvase del río Ebro en Murcia y Almería será seis veces superior a las tarifas vigentes para el agua procedente del trasvase Tajo-Segura en estas mismas provincias, según los cálculos recogidos en las alegaciones del PSOE al estudio de impacto ambiental del proyecto. El propio Ministerio de Medio Ambiente ha encarecido un 25% las estimaciones de su coste. Aunque inicialmente calculaba que el agua costaría 0,3 euros por metro cúbico (50 pesetas), el anteproyecto del trasvase sometido a información pública eleva ese coste inicial a 0,375 euros (62 pesetas).

El PSOE estima en sus alegaciones que al coste calculado por el Ministerio de Medio Ambiente habría que añadir los de explotación, que no se han tenido en cuenta, las pérdidas y los costes ambientales o compensatorios para la protección del delta del Ebro, todavía no evaluados. Precisamente el próximo día 31 tienen previsto reunirse el Ministerio de Medio Ambiente y la Generalitat de Cataluña para intentar desbloquear el plan del Delta en un marco agitado por la precampaña de los comicios autonómicos catalanes.

Tras ese encuentro caben tres posibilidades:

- Que el Gobierno de la nación asuma el proyecto de un trasvase del Ródano.

- Que se eleven aún más las contraprestaciones de inversiones estatales en Tarragona.

- Que se admita incrementar el caudal ecológico del Ebro aguas abajo de Tortosa para aprobar, cada año, el trasvase a otras provincias.

La propuesta de Convergència i Unió (CiU) de situarlo en 133 metros cúbicos por segundo es insostenible, según los expertos, que aseguran que ese cálculo está pensado para "cargarse el trasvase". La propia ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, lo ha juzgado como una propuesta "política" sin fundamento técnico, ya que ni la Generalitat ni la Agencia Catalana del Agua han aportado documentación que sostenga su validez.

La cuarta opción es que CiU, después de haber apoyado el proyecto en las Cortes, dé ahora marcha atrás y haga pública su oposición al proyecto.

En este contexto y teniendo en cuenta un incremento de los costes ambientales -protección del delta del Ebro y las inversiones multimillonarias para impedir que el mejillón cebra transmigre desde la cuenca del Ebro hasta las cuencas receptoras del trasvase-, es previsible un encarecimiento del coste medio del agua trasvasada hasta los 60 o 70 céntimos de euro, lo que equivale a unas 100 pesetas, seis veces más cara que el agua del trasvase actual del Tajo-Segura (0,1 euro por metro cúbico).

El PSOE destaca en sus alegaciones que para que el agua del Ebro llegue a Murcia y Almería desde su toma, un poco más arriba de Tortosa, es preciso elevarla y bombearla como una montaña rusa a través de todas las sierras que jalonan el litoral mediterráneo, en una sucesión de bombeos a lo largo de más de 900 kilómetros desde la cota cero hasta los 850 y 1.150 metros de altitud.

Gasto energético

La energía necesaria para este bombeo -tres o cuatro veces superior a la del trasvase Tajo-Segura- requiere la potencia eléctrica de una central nuclear grande o, lo que es lo mismo, el 13% de la energía de todas las plantas nucleares españolas. Este gasto energético sería suficiente en la práctica para prescindir del trasvase del Ebro y sustituirlo por plantas de desalación en las zonas donde la demanda de agua supera los recursos propios.

Tras destacar la "irracionalidad energética y económica" del anteproyecto presentado a información pública por Medio Ambiente, el PSOE subraya en sus alegaciones la incoherencia de los planteamientos del Gobierno en política económica con los de este proyecto. Modificó la Ley de Aguas para facilitar al mercado mecanismos de eficiencia fuera del control de la Administración, en contra de la propuesta del PSOE de crear bancos públicos de agua. Ahora, según los socialistas, la evaluación estratégica ambiental reconoce, en su información sobre ese mercado existente en Murcia, Almería o Alicante, que con precios superiores a 0,2 euros por metro cúbico la demanda de agua no alcanzaría más allá del 10% del volumen que se pretende trasvasar. En esas condiciones, el agua desalada resultaría claramente competitiva con la del trasvase del Ebro.

El consorcio que debe aprobar el Plan Integral del Delta, donde se fijará el caudal mínimo ecológico del Ebro después de la toma del trasvase para evitar la intrusión de agua salada marina, no se ha reunido aún para adoptar una decisión pese a haber expirado el plazo de un año establecido en el Plan Hidrológico Nacional. A la primera reunión no acudió el PP y ahora es CiU quien no convoca a la dirección del consorcio para aprobar dicho plan integral.