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Reportaje:

Campo Real, mirando al cielo

Los 3.000 vecinos de este municipio están pendientes de la llegada del segundo aeropuerto si al final se cierra Barajas

J. A. Aunión

Eugenio es un hombre de 79 años que pasa las mañanas charlando con sus amigos en la plaza del Ayuntamiento de Campo Real, pueblo en el que ha vivido toda su vida. Tiene cuatro fanegas (casi tres hectáreas) de tierras de labranza situadas entre las carreteras de Perales de Tajuña y de Villar del Olmo. Está convencido de que las va a vender por "mucho dinero", dice. Ésta es la ubicación en la que, supuestamente, irá el segundo aeropuerto de la Comunidad de Madrid, del que el Ministerio de Fomento, amén del Gobierno de la Comunidad, lleva hablando desde 1999.

Campo Real es un municipio de casi 3.000 habitantes situado a 30 kilómetros al este de la capital.

Después de tres años de idas y venidas, de discusiones entre el Ministerio y la Comunidad, después de que, en febrero de 2000, el entonces titular de Fomento, Rafael Arias Salgado, se comprometiera a sacar a concurso las obras de construcción del citado aeródromo, después de todo ello, lo último que se ha sabido, por medio de Esperanza Aguirre en la precampaña electoral, el pasado mes de marzo, es que no se tomará ninguna decisión sobre el aeropuerto camporrealeño hasta 2007 y que en ningún caso estaría listo antes de 2020.

Sin embargo, Eugenio está convencido de que el aeropuerto será construido en su pueblo. "Han montado un polígono industrial [el de Borondo], muchos taxistas han pedido la licencia para trabajar aquí, y hasta hay planos en el Ayuntamiento", afirma.

La alcaldesa, Concepción Guerra (PP), señala que no tiene apenas información sobre el proyecto. Fue elegida en los comicios del pasado 25 de mayo y tomó posesión del cargo el 15 de junio. "El anterior equipo de gobierno municipal, de un grupo independiente, nos ha dejado en una situación de desinformación total", afirma la edil. "Desde hace un mes intentamos reunirmos los pueblos afectados con Fomento para que nos expliquen en qué punto está la situación del aeropuerto", asegura. Otros pueblos afectados son Arganda del Rey, Perales de Tajuña, Valdilecha y Pozuelo del Rey.

En cuanto a cómo recibirían los habitantes de Campo Real al aeropuerto, cree que "habrá de todo, a quien le guste y a quien no, pero el Ayuntamiento siempre apoyará a los vecinos". Afirma que, si se confirma la construcción, realizaría una consulta entre todos los vecinos. "No sé si es bueno o malo. Dejaríamos de ser un pueblo, y eso hay que pensárselo mucho", concluye.

"Al final harán lo que quieran y no preguntarán a nadie". Acodado sobre el mostrador de su bar, situado en el centro del municipio, Carlos (de 31 años), no se cree que al final lo construyan, pero está convencido de que sería bueno. "Traería más jaleo, y para mí, mejor". La mayoría de los vecinos de la localidad sí opinan que el aeropuerto de Campo Real, "tarde o temprano", será una realidad. Unos creen que "acabará con la tranquilidad", otros que el ruido no será ningún problema, "porque los aviones ya pasan por aquí para aterrizar en Barajas y estamos acostumbrados".

Por ahora, en la enorme explanada de terrenos elegida por el ministerio, de cultivo unos o de explotaciones mineras otros, la única señal que les diferencia de cualquier tierra de este tipo son algunos medidores de viento diseminados por el lugar.

El Gobierno regional de Alberto Ruiz-Gallardón, ya en 1996, reservó los terrenos en Campo Real como suelo para actividades logísticas, es decir, que lo señalaron como la ubicación del futuro aeropuerto. El de Barajas se encontraba ya en ese momento al borde de su capacidad, hecho que se ha ido agravando estos años.

Barajas se está ampliando. La terminal que se está construyendo actualmente y que se terminará en 2004 costará 4.000 millones de euros. Eso sí, nadie ha aclarado si el único aeropuerto madrileño se cerrará en 2015 y se sustituirá por el de Campo Real como anuncio el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, en junio de 2000.

Y los vecinos del pueblo siguen mirando al cielo, viendo pasar aviones con destino a Barajas y esperando el día en que por fin sepan definitivamente si alegrarse o enfadarse por albergar el segundo aeropuerto de la región.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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