PP y PSOE tendrán que hacer frente al plan de Ibarretxe con estrategias separadas

La "comunidad libre asociada" que defiende el Gobierno vasco será rechazada sin ambages y sin posibilidad de transacción por el PP y el PSOE. Pero, aunque los dos partidos coinciden en el objetivo, lo más probable es que hagan el camino por separado. El PP propone al PSOE una acción común, pero los socialistas prefieren elaborar su propia alternativa para Euskadi, que se basará en un impulso al traspaso de las competencias pendientes, de acuerdo con el Estatuto de Gernika. Los socialistas no quieren mezclar la unidad contra ETA con los proyectos políticos frente al nacionalismo.

El Gobierno ha acelerado su ofensiva contra la iniciativa del lehendakari desde la publicación, esta semana, de un borrador con el proyecto de reforma del Estatuto de Gernika, por el que el País Vasco se convertiría en una "comunidad libre asociada" con España. "Que se sepa, que todo el mundo conozca, opine y se manifieste sobre ese plan", declara el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy.

El PP también tiene su plan, que consiste en generar un debate para que toda suerte de organizaciones y colectivos se pronuncien sobre el proyecto de Ibarretxe. Las fuentes gubernamentales consultadas reconocen que aspiran a que se produzca una contestación pública y notoria, desde ahora mismo, y que continúe y se mantenga en el mes de septiembre cuando el Gobierno vasco presente su proyecto en el Parlamento. Pero no hay previsión de medidas extraordinarias y, por tanto, se descarta que el Gobierno central vaya a recurrir al artículo 155 de la Constitución, que, según algunas interpretaciones, permitiría suspender la autonomía. "Sólo política, nada más que política", anticipan fuentes oficiales de La Moncloa.

Pero el Ejecutivo y el PP quieren que en su rechazo al proyecto de Ibarretxe y del Gobierno vasco les acompañe el PSOE. Y ahí empieza la discrepancia. Los socialistas insisten en que conocen las "proclamas" y llamamientos a la unidad por los periódicos. El PP no aprovecha para plantear encuentros como el que mantuvieron el jueves Alfredo Pérez Rubalcaba y Javier Zarzalejos, representantes del PSOE y del Gobierno, respectivamente, para el seguimiento del Pacto Antiterrorista.

Las públicas reclamaciones de "acuerdo" frente al proyecto de Ibarretxe han llegado a irritar a la dirección socialista. Primero, porque se producen cuando el PSOE pretendía hablar "del fiscal general del Estado, de la política de defensa, de Irak...". Además, la oferta se produce al final de la legislatura, cuando las relaciones entre el Gobierno y el PSOE están muy deterioradas. El Ejecutivo intuye que el PSOE quiere ir por libre y le lanza la advertencia de que en este asunto no caben posiciones "similares", quiere actitudes "iguales", según el vicepresidente primero, Mariano Rajoy. Respuesta de José Luis Rodríguez Zapatero: "Estamos dispuestos a hablar, pero exigimos respeto y que terminen las acusaciones sobre nuestro modelo territorial para España".

El responsable de Relaciones Institucionales del PSOE y secretario general de los socialistas alaveses, Javier Rojo, es más contundente. "No aceptamos el borrador de Ibarretxe, ni el publicado ni cualquier otro más o menos rebajado. Ninguno". Dicho eso, Rojo no oculta su resquemor, porque, a su juicio y el de muchos otros socialistas -según se pone de relieve en reuniones internas-, el PP no es leal y siembra sospechas sobre la política del PSOE que crean confusión en toda España. "Juntos con el PP en el Pacto contra el Terrorismo y en defensa de la libertad; los dos sufrimos los mismos zarpazos. Pero no vamos a ir al partido único. Los socialistas tenemos nuestro proyecto político y queremos ganar las elecciones al PNV y al PP", explica Rojo.