'Cum laude' para el doctor Rato

"!Doctor!, ¡doctor!, ¡enhorabuena!..." Los reporteros gráficos reclamaban de esta guisa la atención de Rodrigo Rato tras salir con un sobresaliente cum laude de su lectura de la tesis doctoral en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid. "Estoy muy satisfecho, es algo muy importante en mi vida. He visto recompensado el esfuerzo de varios años", manifestó el vicepresidente segundo y ministro de Economía.

Rato defendió su tesis (El ajuste fiscal: un modelo explicativo del crecimiento de la economía española en la segunda mitad de los noventa) durante casi una hora en el Salón de Grados de la facultad en el que predominaban los periodistas entre las algo más de 70 personas que asistieron al acto.

El vicepresidente optó por la discreción, la misma que se respiraba en las aulas vacacionales de la Facultad de Ciencias Económicas. Sólo se vio a Luis Gámir, diputado del Partido Popular y presidente del Consejo de Privatizaciones. Junto a él permaneció siempre el profesor Angel Luis López Roa, director de la tesis. No había otras caras conocidas. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que le anunció hace dos semanas su deseo de acompañarle, no pudo acudir.

Ligeramente nervioso durante los 10 minutos que se retrasó la formación del tribunal académico, Rato expuso las líneas maestras de los casi 400 folios de su tesis con la ayuda de un ordenador y un proyector con los que iba desgranando cómo la economía española había crecido y creado más empleo que los países de su entorno gracias al ajuste presupuestario que él mismo había impulsado como principal receta económica.

Rato, que a pesar de ser licenciado en Derecho ha elegido la economía para doctorarse, ha aprovechado su propia experiencia en el Gobierno y cuando estaba en la oposición (y eso desde los tiempos de Alianza Popular). De hecho, en su exposición, los asistentes encontraron numerosas similitudes con intervenciones públicas del ministro, en las que se explaya explicando las bondades de su política económica.

Los cinco miembros del tribunal (Javier Casares Ripoll, Eugenio Domingo Solans, Jaime Requeijo, José María Marín Quemada y Santiago Fernández Valbuena), sometieron al todavía doctorando a algunas preguntas y precisiones. Entre un sinfín de agradecimientos recíprocos, José María Marín Quemada le afeó no haber incluido las teorías de los estudiosos austriacos, que, a su juicio, habrían enriquecido la tesis. También le indicó que debería haber sido más exhaustivo en los aspectos sociales que explican el crecimiento de la economía española en los últimos años. Por su parte, Eugenio Domingo Solans, consejero del Banco Central Europeo (BCE) a propuesta del Gobierno del PP, le indicó la existencia de erratas y se sumó a las críticas de Marín por la falta de referencias a la escuela económica austriaca.

Rato se rascó la cabeza nervioso y rebuscó entre su tesis. Pero no hubo sorpresa. El trance no pasó a mayores. Tras cinco minutos de calurosa espera, recibía la mayor calificación: sobresaliente cum laude. Ahora, a intentar repetirlo en la carrera política, en la que aspira a suceder a Aznar.