Golpe en plena temporada turística
La carretera del acceso central a Palma por la calle Aragón presentaba un aspecto fantasmal y peligroso, sin semáforos, seis horas después de que saltara el sistema de Gesa. Las depuradoras de aguas residuales y sus emisarios al mar entraron en situación muy crítica. Se dieron decenas de miles de episodios anecdóticos y muy molestos, y situaciones complicadas y peligrosas para los usuarios afectados. 1,5 millones de personas a mitades entre residentes y turistas fueron víctimas episódicas del fallo. Los bares y restaurantes que cerraron por no poder facturar ni pasar las tarjetas de crédito a los clientes, con cenas y copas servidas a luz de velas. Miles de clientes de centros comerciales marcharon sin comprar al colapsarse los automatismos de las cajas. Los aparcamientos subterráneos bloquearan a cientos de clientes. La prensa sensacionalista de Alemania y del Reino Unido atiende con grandes titulares y vehemencia cualquier suceso que afecta a la tierra en la que veranean casi cinco millones de sus conciudadanos cada año. El Bild alemán vende en verano más diarios en Mallorca que la suma de dos diarios locales.