Israel autoriza la vuelta de los palestinos de Belén que fueron expulsados

Israel ha dado luz verde para que puedan regresar a Belén los 28 palestinos extraditados a Gaza y los 13 expulsados a diferentes países europeos en junio de 2002, tras el asedio de la basílica de la Natividad, según aseguró ayer un portavoz del Centro Palestino para los Derechos Humanos en Gaza. El cambio de actitud de las autoridades israelíes con respecto a este grupo de palestinos es el resultado de las presiones de Estados Unidos sobre el Gobierno de Ariel Sharon, en un esfuerzo por hacer avanzar el proceso de paz de la Hoja de Ruta.

"Las autoridades israelíes no impedirán que los expatriados de Belén puedan regresar", confirmaba ayer de manera un tanto ambigua un portavoz del Gobierno de Sharon. Con esta decisión se entreabre una puerta para encontrar una solución definitiva a un conflicto surgido hace un año, cuando israelíes y palestinos, con la mediación de la Unión Europea, firmaron un pacto por el que las tropas levantaron el asedio de la basílica de la Natividad, pero reclamaron la salida de la ciudad de los activistas más destacados del encierro.

La "medida de gracia" afectará también a los tres exiliados en España, miembros de la familia Abayat, de origen beduino, que encontraron asilo en Zaragoza y en Soria, así como a otros 10 compañeros que se encuentran diseminados y refugiados en Bélgica, Irlanda, Italia, Grecia y Mauritania, desde donde habían reclamado, de diferentes formas, permiso para volver a casa por considerar que habían sido expulsados de su país por la fuerza y contraviniendo las normas internacionales.

Esta decisión del Gobierno israelí no afecta a un número indeterminado de militantes palestinos y sus familiares que, a lo largo de la Intifada, fueron expulsados de diferentes poblaciones de Cisjordania y trasladados por la fuerza a Gaza como castigo a sus actividades políticas, según aseguraba ayer un portavoz de la organización Centro Palestino para los Derechos Humanos.

Bush recibirá a Abu Mazen

El gesto de buena voluntad de las autoridades israelíes se produce horas después de que Estados Unidos decidiera apretar el acelerador de la Hoja de Ruta y optara finalmente por invitar a la Casa Blanca al primer ministro palestino, Abu Mazen, que será recibido por el presidente, George W. Bush, el próximo 25 de julio. Se trata de la reunión de más alto nivel que se produce en la presidencia de Estados Unidos con un dirigente palestino desde que hace dos años y medio llegaran los republicanos al poder. Cuatro días después de esta reunión, Bush recibirá por octava vez al jefe del Gobierno israelí, Ariel Sharon.

El anuncio de la visita fue contestado ayer desde Gaza por las organizaciones integristas Yihad Islámica y Hamás, que recalcaron que el viaje demuestra la supeditación de la dirección palestina a Estados Unidos, con total desprecio hacia el presidente, Yasir Arafat, que continúa en su confinamiento en Ramala. Un portavoz de la presidencia palestina contestó a estas acusaciones afirmando que el propio Arafat había consentido y aconsejado el viaje de Abu Mazen a Estados Unidos.