_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Nuevos tiempos, nuevos proyectos, un nuevo liderazgo

La política catalana vive momentos de cambio. Se aproximan nuevos tiempos para una sociedad que ha asistido durante los últimos 23 años al hiperliderazgo de Jordi Pujol al frente de la Generalitat de Cataluña. Nuevos tiempos, tiempos de cambio, que han provocado que la política catalana haya vivido excesivamente esclava de las tesis del corto plazo, fruto de la incertidumbre que acompaña a cualquier cambio de escenario. Una incertidumbre y unos planteamientos que generan una gran inestabilidad, en unos momentos en los que la sociedad catalana necesita más que nunca todo lo contrario, grandes dosis de realismo para poder afrontar el futuro y un importante nivel de estabilidad para hacerlo con posibilidades de éxito.

El PP quiere compartir su proyecto de centro y catalanista para afrontar las reformas pendientes de la Cataluña real

Y es que no cabe duda de que la historia reciente de Cataluña, como la del resto de España, es la historia de un éxito. Después de que muchas generaciones de catalanes fueran condenadas al ostracismo en una etapa en que la libertad era un bien escaso, supimos dar una respuesta correcta y ambiciosa para recuperar el futuro de Cataluña. Una respuesta plasmada en la Constitución y el Estatut. Una Constitución y un Estatut que son la forma que los catalanes hemos dado a la libertad.

Después de 25 años podemos afirmar que aquello fue un gran acierto colectivo. Un acierto que ha permitido a los ciudadanos de Cataluña alcanzar los máximos niveles de bienestar de la historia de nuestro país en un marco de descentralización política sólo comparable a la que disfrutan los Estados más descentralizados del mundo.

¿Qué puede justificar abandonar esa senda de bienestar y concordia? ¿Tiene sentido reabrir debates ya superados, en un momento en el que deberíamos centrar nuestros esfuerzos en preparar a nuestro país para el futuro? Sinceramente, creo que no y, por eso, ante la falta de ideas de los modelos habituales de la sociedad catalana, nacionalismo y socialismo, que siguen anclados en el pasado, en viejos debates más propios del siglo XIX que del siglo XXI, el Partido Popular de Cataluña quiere compartir con la sociedad catalana un nuevo proyecto para los nuevos tiempos.

Un nuevo proyecto que no se detiene en la recreación de un país virtual y que centra todos sus esfuerzos en esa Cataluña real que apuesta por conducir toda su ilusión, todo su dinamismo y todas sus potencialidades por la senda de la certeza y la estabilidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Un nuevo proyecto que es el mejor antídoto frente al peligro que representan aquellos que con sus propuestas demuestran que se están aburriendo de la normalidad. Una normalidad lograda con el esfuerzo de todos y que es el mejor punto de partida desde el que afrontar los nuevos retos de la sociedad catalana.

Un nuevo proyecto que nos permita seguir avanzando sin tropiezos en un entorno muy exigente en el que los éxitos y los fracasos tienen líneas fronterizas excesivamente frágiles.

Un nuevo proyecto de centro catalán y catalanista para afrontar todas aquellas reformas pendientes que nos permitan ampliar las potencialidades de la sociedad catalana. Reformas que son compatibles con nuestro marco institucional y que son necesarias para ganar el futuro.

Nuevos tiempos y nuevos proyectos para una Cataluña que precisa de un nuevo liderazgo que dé respuesta a una sociedad democrática madura. Porque una sociedad democrática madura no precisa de tutelas, sino de mayor libertad.

No necesita paternalismos mesiánicos, sino dirigentes políticos que demuestren más confianza en la propia sociedad catalana. No necesita más esas tesis nacionalistas o socialistas lastradas por planteamientos decimonónicos, sino políticos modernos y comprometidos con el futuro de nuestro país.

Los ciudadanos de Cataluña tenemos mucho que decir. Tenemos muchos retos ante nosotros. Tenemos muchas metas que lograr. En nuestras manos está el dirigir toda nuestra fortaleza hacia el futuro o seguir mirando constantemente hacia el pasado. En la apuesta por el futuro, se sitúa el proyecto del Partido Popular. Un proyecto que queremos compartir con todos los ciudadanos de Cataluña.

José Luis Ayllón es diputado en el Congreso y miembro de la Ejecutiva del Partido Popular de Cataluña.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_