"Entusiasmo por los nuevos"

PREGUNTA. ¿Cómo han recibido los colombianos a los nuevos escritores?

RESPUESTA. De modo entusiasta, a juzgar por las ventas y el interés de los medios hacia ellos, muchos de los cuales son columnistas de periódicos y revistas. Además, nuestros libros están en programas educativos.

P. ¿Cómo es la participación de los escritores en la situación nacional?

R. Precisamente uno de los medios son esas columnas de opinión. El escritor sigue siendo una conciencia crítica.

1. Hay que tener en cuenta que su temática puede oscilar entre la novela negra, histórica, filosófica, de terror o erótica, o de drag queens y de sicarios o ciencia-ficción. Es una literatura que expresa casi todas las tendencias de la novela.

2. Es difícil considerar realmente "importante" a un escritor, porque para mí va unido a la idea de "imprescindible". Creo que la obra de Fernando Vallejo es imprescindible. Dejando a un lado a nuestros clásicos vivos, tal vez Vallejo sea el único escritor imprescindible que tenemos. Su obra es importante. Quiero decir: es importante que ésta exista (y eso que acaba de anunciar que dejará de escribir), pues, además de su gran calidad, trae al lector noticias y preocupaciones que de otro modo éste difícilmente tendría, algo que, según escribió V. S. Naipaul, está en el centro de los deberes literarios de un escritor. Ahora bien, bajando varios escalones podemos llegar a otra categoría que se puede denominar "de autores interesantes". En este nivel hay muchos y muy variados editados en España. Por eso mencionaré a dos escritores menos conocidos: Antonio García, joven autor de una novela bellísima e inquietante, Su casa es mi casa, y el poeta Ramón Cote, gran prosista también, con títulos como Botella papel o Páginas de en medio.

3. España mostró con claridad que, a la hora de la verdad, pesan más en su ánimo las exigencias europeas que las nostalgias y afectos del pasado por un país pobre y problemático que habla su misma lengua.

Santiago Gamboa (Bogotá, 1965) es autor de novelas como Los impostores (Seix Barral), Vida feliz de un joven llamado Esteban (Ediciones B) y Perder es cuestión de método (Mondadori).