"Queremos ser un modelo de estabilidad en los Balcanes"

Croacia demostró su fuerte voluntad de entrar en la UE el 21 de febrero pasado, cuando se convirtió en el primer país de los Balcanes occidentales en pedir formalmente la adhesión a la Unión. Ahora juega una carrera contrarreloj y 2007 es la fecha clave. Ese año espera sumarse a Bulgaria y Rumania en su entrada al club europeo. "Croacia es el país más desarrollado de los Balcanes en muchos aspectos. Somos una democracia estable y tenemos un muy buen desempeño económico", señala Neven Mimica, ministro croata para la Integración Europea, de visita en Madrid.

"Hemos hecho mucho por la estabilidad de la zona, normalizando las relaciones con los vecinos, participando en reuniones multilaterales. Podemos ser un líder económico y un modelo político para los otros países", explica Mimica. Croacia busca alejarse de la imagen de inestabilidad de los Balcanes. "Nos sentimos frustrados cuando desde la UE hablan sobre los problemas de la región como algo generalizado, sin mencionar a Croacia, donde la situación es muy diferente".

La UE destacó en la reciente cumbre de Tesalónica, Grecia, el objetivo de una futura integración de los Balcanes, región marginada hasta ahora de los procesos de ampliación. La visita ayer al país del presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, es vista por el Gobierno socialdemócrata del primer ministro, Ivica Racan, como una señal positiva y un reconocimiento de Bruselas. "Es la primera vez que un presidente de la Comisión viaja personalmente a un país para entregar un cuestionario, y esto tiene un significado político. Esperamos ser declarados candidatos en 2004 y terminar las negociaciones en dos años. Pensamos alcanzar los estándares europeos para fines de 2006", dice Mimica.

"Hay muchas reformas por hacer. En economía podemos hacerlas fácilmente. Lo que tenemos que mejorar son los aspectos políticos relacionados con la guerra y con la posguerra. Hay tres objetivos: cooperación con La Haya, retorno de refugiados serbios y la reforma del sistema judicial. Afortunadamente, en Croacia existe un amplio consenso para el ingreso".

El consenso es más complejo cuando se trata de llevar adelante los puntos más espinosos de la adhesión: el retorno de los refugiados serbios y la cooperación con el Tribunal Internacional de La Haya. "El problema de los refugiados ahora es económico. El Gobierno es incapaz de financiar el costo de albergarlos", afirma. Pero los obstáculos políticos no han desaparecido y "algunas autoridades locales de la oposición no colaboran en el retorno de serbios". Algo que se repite con la entrega de criminales a La Haya. "Ha habido altibajos, pero como coalición gobernante nunca hemos rechazado el principio de la cooperación. Necesitamos tiempo para controlar las tensiones políticas".