Maragall garantiza que el PSOE apoyará el Estatut que apruebe el Parlament

Pasqual Maragall tuvo que comparecer ayer públicamente para negar la más mínima discrepancia entre él y José Luis Rodríguez Zapatero sobre la necesidad de aprobar un nuevo Estatut y para garantizar el apoyo del PSOE a cualquier resolución que emane del Parlamento catalán. El líder del Partit dels Socialistes (PSC) apeló al resto de formaciones políticas a no convertir el Estatut en un "arma de propaganda partidista" y mucho menos trasladar al Congreso "las peleas" de los partidos catalanes.

Maragall ha sido el blanco esta semana de las duras arremetidas de Convergència i Unió (CiU) después de que el PSOE rechazara el martes en el Congreso las propuestas de carácter autonómico de los nacionalistas catalanes. Y una vez más ha salido a la palestra la supuesta supeditación de los socialistas catalanes al PSOE.

"Zapatero respetará la volunta del Parlament", sentenció ayer Maragall, convencido de que las próximas elecciones legislativas darán la victoria a las fuerzas de progreso. Y éstas, junto con los votos de los nacionalistas catalanes y vascos, harán posible la aprobación en las Cortes del nuevo Estatut, señaló.

Pero antes, el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat recordó que el Estatut debe "nacer" en el Parlament, por lo que le pareció una temeridad que CiU convierta ahora "Madrid en el escenario de las peleas políticas catalanas". "Es la peor manera para hacer avanzar el proyecto del nuevo Estatut", lamentó.

Maragall arremetió contra la federación nacionalista por haver llevado al Congreso en solitario su demanda estatutaria cuando, a su juicio, CiU ha "menospreciado durante cuatro años en el Parlament los procedimientos para su aprobación, debido a su vigente pacto con una fuerza ultraconservadora" como el Partido Popular. La actuación de CiU, opinó, ha sido "una jugada de escaso nivel". "Es preocupante", añadió, "que los dirigentes de CiU hagan del Estatut un mero producto publicitario".

El líder del PSC hizo un llamamiento a los partidos políticos para "alcanzar un gran acuerdo" sobre la reforma estatutaria y se comprometió a poner todo su empeño en lograrlo: "Yo quiero ser el presidente de todos, y si para serlo tengo que sacrificar posiciones partidistas, lo haré". Por este motivo, pidió "seny" y apeló a que "la campaña electoral no malogre las posibilidades de acuerdo" entre todas las fuerzas parlamentarias. Una apelación dirigida especialmente a CiU después de que Maragall considerara que "Jordi Pujol se ha aznarizado por sus insultos contra los socialistas catalanes".

Respecto a un posible veto del PP en el Congreso, Pasqual Maragall se mostró convencido de que el sustituto de José María Aznar en la presidencia del Gobierno central mantendrá una posición mucho más dialogante y abierta a la reforma del Estatut.

Pero Maragall fracasó ayer mismo en su demanda. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, continuó con sus arremetidas contra el dirigente del PSOE, a quien definió como "el gran perdedor" del debate sobre el estado de la nación. El portavoz de Iniciativa per Catalunya, Joan Herrera, declaró por su parte que Maragall "sólo intenta tapar las limitaciones del PSOE, que va a remolque del Partido Popular en su modelo de Estado".