La tregua de Putin con los oligarcas de Rusia queda en entredicho
Detenido un alto cargo de la compañía petrolera Yukos
La detención de Platón Lébedev, presidente de Menatep, el centro financiero de la compañía petrolera Yukos, ha sido interpretada en Rusia como el fin de la tregua que existía entre los oligarcas y el presidente Vladímir Putin. Lébedev, de 43 años, es uno de los hombres de confianza del multimillonario Mijail Jodorkovski, presidente de Yukos, quien ha declarado que ayudará a financiar a los opositores al Kremlin.
Con vistas a las elecciones parlamentarias de diciembre próximo, Jodorkovski se mostró contrario al partido propresidencial Yedinstvo. Por ello, muchos políticos, hombres de negocios y observadores piensan que el encarcelamiento de Lébedev es una seria advertencia al magnate. A Lébedev se le acusa de haber estafado al Estado al apoderarse ilegalmente del 20% de las acciones de la compañía Apatit, de Múrmansk, en 1994, cuando fueron compradas por la empresa Volná bajo promesa de que ésta invertiría 280 millones de dólares, cosa que no cumplió. Lébedev, según la revista británica Forbes, ocupa el 13º lugar en la lista de los hombres más ricos de Rusia, con más de 1.000 millones de dólares. Encabeza esa lista Jodorkovski, con más de 8.000 millones.
Jurídicamente el proceso contra Lébedev no tiene futuro, según los especialistas, ya que incluso si ha cometido alguna estafa relacionada con Apatit -cosa que no está clara todavía, ya que no era ni dirigente ni accionista de Volná- todos los delitos sobre privatización, como es este caso, caducan dentro de seis meses. Precisamente por esto se percibe su detención como un ataque contra Jodorkovski.
"La elección de Lébedev para atacar a Jodorkovski es ideal, ya que es el financiador de los principales accionistas de Yukos", escribe el periódico Gazeta. Jodorkovski no sólo ha prometido financiar a los partidos Yábloko y Unión de Fuerzas de Derecha, e incluso a los comunistas, sino que también ha sido acusado de ser autor de un plan para controlar la mayoría del nuevo Parlamento. Los dos oligarcas que en su tiempo desafiaron al Kremlin -Vladímir Gusinski y Borís Berezovski- fueron perseguidos por la justicia rusa y se vieron obligados a emigrar. Pero Jodorkovski no piensa huir y demostrativamente canceló su vuelo previsto ayer para Londres.
Lébedev no es el único hombre de Yukos que tiene problemas con la justicia: Alexéi Pichugui, jefe del departamento de Seguridad Financiera de la empresa, está detenido como organizador de un asesinato en Tambov y la fiscalía dio orden de búsqueda y captura contra Ramil Burgánov, director de una empresa afiliada a la petrolera.
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