Los populares de la Eurocámara creen que el caso ya está zanjado
El caso Berlusconi no solamente ha empañado la imagen del primer ministro italiano e hipotecado el éxito de la presidencia europea de Italia, sino que también ha enzarzado en un áspero cruce de acusaciones a populares y socialistas, los dos principales grupos de la Eurocámara. A la vez, tres gobiernos europeos (Suecia, Holanda y Luxemburgo) se sumaron al alemán al exigir a Il Cavaliere que rectifique y pida disculpas al eurodiputado socialista alemán Martin Schulz, al que insultó el miércoles en Estrasburgo.
El Partido Popular Europeo (PPE) acusó ayer a sus rivales socialistas de convertir el incidente entre Berlusconi y Schulz en una cuestión institucional. "No hay ninguna cuestión institucional de por medio". Para el responsable de los populares españoles, Gerardo Galeote, "algunos están utilizando este asunto con claras intenciones electorales". "Para nuestro grupo", agregó, "el tema está zanjado después de que el presidente Berlusconi se disculpara por sus palabras en la reunión que tuvo el PPE tras el incidente". Galeote dijo que Schulz ofendió gravemente a Berlusconi y opinó que ambos se habían "extralimitado".
Cruce de acusaciones
Los socialistas insisten en que Berlusconi debe disculparse públicamente con Schulz, al que caricaturizó como un actor ideal para una película en el papel de un policía colaboracionista en un campo de concentración nazi. A su vez, los populares piden que Schulz se excuse ante Berlusconi: "Sus palabras fueron inaceptables y esperamos que se disculpe". El eurodiputado alemán puso en duda ante el hemiciclo de la Eurocámara la honradez de Il Cavaliere en el conflicto de intereses entre sus empresas y su poder político, así como el europeísmo de algunos de sus ministros, entre ellos el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi.
"No queremos hacer sangre de este asunto ni pretendemos sabotear la presidencia italiana, pero Berlusconi debería retractarse por escrito a través del presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox", dijo ayer en Estrasburgo el jefe del Grupo Socialista, el español Enrique Barón. Barón hizo estas manifestaciones tras la conferencia de presidentes de grupos parlamentarios sin que se tomara ningún acuerdo. Fue el propio Cox quien asumió la iniciativa de realizar gestiones diplomáticas en el entorno de Berlusconi para encontrar una solución.
En esta espiral de exigir disculpas se suma ahora también el Grupo Liberal, la tercera formación parlamentaria, que se siente herido por el apelativo de "turistas de la democracia" que hizo Il Cavaliere con los eurodiputados que critican a su Gobierno y su país.
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