Daniel Barenboim lamenta que la música "haya perdido su papel en la sociedad"
"Hay que salir de la torre de marfil", repite Daniel Barenboim como si fuera un mantra recitado para evitar una tentación. Pero al ya legendario director de orquesta israelo-argentino-español nadie le puede reprochar que no sea coherente con ese propósito. Barenboim (Buenos Aires, 1942) dirigió anoche en Santiago de Compostela a la sinfónica Staatskapelle de Berlín en un concierto a favor de los damnificados por la marea negra del Prestige y volvió a defender con pasión el compromiso social de la música.