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La Ertzaintza desactiva en Bilbao un coche bomba preparado para matar a los artificieros

"Ésta os la coméis vosotros", decía un cartel pegado a la trampa explosiva montada por ETA

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La olla que contenía los 15 kilos de dinamita disponía de un temporizador que fijaba la hora de la explosión a las 14.45, 45 minutos después de que un comunicante anónimo, en nombre de ETA, avisara al diario Gara de la colocación de un coche bomba en las instalaciones de Iberdrola, en el barrio bilbaíno de Larraskitu. Pero, según fuentes del Departamento vasco de Interior, el temporizador no estaba activado y los agentes de la Ertzaintza encontraron bajo la olla un plástico que ocultaba un sistema de activación: una ampolla de mercurio que habría detonado por movimiento la bomba al ser extraído el artefacto. Junto al plástico estaba el cartel con la inscripción que expresaba la intención de matar a los artificieros: "Ésta os la coméis vosotros, cabrones".

Los agentes lograron neutralizar el mecanismo de la ampolla de mercurio, lo que evitó la explosión. La bomba, según las mismas fuentes, tenía escritos los nombres de Urko y Zigor, dos de los cuatro miembros del comando Vizcaya que fallecieron en agosto de 2000 en el barrio bilbaíno de Bolueta, a menos de dos kilómetros de Larraskitu, al estallar la bomba que transportaban en un vehículo.

El coche bomba neutralizado era un Peugeot 306 matriculado en Bilbao y con placas falsas. Estaba emplazado cerca de la sala de control de una subestación eléctrica, dentro del complejo que Iberdrola tiene en esta zona. Unas 450 personas de las áreas de distribución, mantenimiento

e informática de la eléctrica trabajan en estas instalaciones. La zona es muy transitada en las horas de ocio y fines de semana, ya que sirve de acceso para montañeros y excursionistas al Pagasarri, un monte cercano a Bilbao. Además existen varias edificaciones unifamiliares en las cercanías, pero es un área escasamente poblada.

Cuando se recibió el aviso a las 14.00, los empleados de Iberdrola habían empezado a salir de sus puestos de trabajo -la mayoría lo hacen en un servicio de autobuses y, al acordonarse la zona, sólo faltaban por salir unos treinta trabajadores, que se marcharon a pie. Sobre las 16.00 también se desalojó un polideportivo cercano, El Fango, ubicado en el barrio de Rekalde.

Pegado a un muro

Tras cuatro horas de trabajos, la Ertzaintza logró sacar, a las 18.30, la olla del interior del vehículo. Las labores se vieron complicados porque el coche estaba pegado a un muro, lo que impedía utilizar el robot desactivador.

Un dispositivo trampa similar al utilizado en este atentado causó la muerte en 1989, también en Bilbao, a dos artificieros del Cuerpo Nacional de Policía y uno de la Ertzaintza cuando sacaban el material explosivo de un coche bomba. Esta acción es la quinta cometida en Vizcaya este año y la cuarta en las dos últimas semanas. En todos los casos sin víctimas y con resultado fallido en tres de ellos. Por eso se considera al comando Vizcaya como el grupo más activo de ETA en estos momentos. Ha habido otros dos atentados en Guipúzcoa y Navarra, que se saldaron con las muertes del jefe de la Policía Local de Andoain y militante socialista Joseba Pagazaurtundua, el 9 de febrero, y de los policías Bonifacio Martín y Julián Embid, el 30 de mayo en Sangüesa.

El primer intento de atentado en Vizcaya en lo que va de año fue el 18 de febrero, en la localidad de Murueta, pero resultó frustrado. Sirvió para poner fin a cinco meses sin actividad terrorista, después de que el 23 de septiembre murieran dos etarras al explotarles la bomba que transportaban en Bilbao. ETA volvió a atacar el pasado 14 de junio, con un desenlace similar al de ayer: entonces colocó un coche bomba junto a la Feria de Muestras en Bilbao con 30 kilos de explosivos, pero hubo un fallo y pudo ser desactivado por la Ertzaintza.

Los actos terroristas se reanudaron el 19 de junio, con el estallido de una bomba en otra instalación de Iberdrola, en Iurreta. Cuatro días después otro artefacto, con más de 15 kilos de explosivos, causó daños importantes en el restaurante del Hotel Los Tamarises, de Getxo.

Tres de estas acciones han afectado a una de las principales empresas vascas y a un lugar de ocio de la burguesía, lo que coincide con las recomendaciones de la dirección de ETA a sus pistoleros. En su último Zutabe (número 100), el boletín interno que remite a sus comandos, hablaba de la decisión de incluir entre sus objetivos los "lugares de ocio y relación" de los ricos y sus intereses económicos.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, y el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, acudieron al lugar y expresaron su determinación de que los autores de este atentado fallido caigan en manos de la justicia.

El coche cargado con la bomba trampa, junto al robot de los artificieros, que no pudo ser utilizado.
El coche cargado con la bomba trampa, junto al robot de los artificieros, que no pudo ser utilizado.TXETXU BERRUEZO

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