La subasta de la colección de los 300 'dalís' de la colección Perrot-Moore termina hoy en París

La subasta de las casi 300 obras de Dalí que figuraban en el museo de Cadaqués del capitán Perrot-Moore comenzó ayer y terminará hoy por la tarde en París. Se trata del caso insólito de dispersión de una colección monográfica, colección acumulada por el que fuera antiguo secretario particular de Salvador Dalí durante casi quince años, personaje que nunca cobró salario alguno del artista.

"Tenía derecho al 10% de lo que aportase la reproducción de sus obras", recuerda ahora Perrot-Moore, y lo repite como el mejor argumento para demostrar que "si alguien no necesitaba falsificar era yo".

En realidad, el capitán participó en la multiplicación de litografías dalinianas, firmadas por el pintor, pero parece no haberse dejado implicar nunca en caso alguno de falsificación propiamente dicha.

En la subasta, en la que había obras de Dalí sobre casi todo tipo de soportes imaginables y realizadas con las técnicas mas variadas, faltaban las litografías.

El conjunto subastado en París, si bien no contiene obras de gran valor artístico valoradas aisladamente, sí es impresionante como tal, como muestrario de una diversidad coherente, obsesionada en una serie de temas recurrentes, en la referencia a unos pocos pintores, a unos ciertos efectos visuales.

Autenticidad

Robert Descharnes, autor de un monumental catálogo inventariando la obra de Dalí y publicado en la década de los años ochenta por la editorial Tusquets, es ahora quien certifica la autenticidad de cada una de las obras subastadas, a veces fotografías retocadas con tinta china, en otras oportunidades soportes de plástico objeto de una intervención del artista, unas pocas esculturas, también unos pocos óleos, un gran número de dibujos y, sobre todo, obra de todas las épocas de Dalí, de su juventud hasta casi sus últimos años de vida, de ambición e inspiración fluctuante, geniales esporádicamente, manieristas a menudo, siempre Dalí.