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La nueva UE invertirá en el desarrollo de los países limítrofes

Europa dedicará unos 1.000 millones para asegurar sus fronteras

Carlos Yárnoz

Europa es consciente de que la Unión sólo será un club seguro, próspero y estable si sus fronteras exteriores limitan a su vez con países estables que gocen de niveles de vida adecuados, tras las últimas ampliaciones previstas al Este y a los Balcanes. La Comisión Europea lanzará esta semana un ambicioso plan para establecer un fondo económico destinado al desarrollo de zonas limítrofes al Este (Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia) y al Sur (toda la ribera sur del Mediterráneo, de Marruecos a Líbano) de la futura y definitiva Unión. Entre 2004 y 2006, para empezar, la UE dedicará 955 millones de euros.

El objetivo de la Unión es asegurar sus fronteras, "promoviendo un desarrollo sostenible social y económico de las regiones fronterizas y una cooperación regional y transnacional". El club se dispone a acoger en mayo de 2004 a 10 países (Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Chipre y Malta); en 2007 a otros dos (Rumania y Bulgaria), y finalmente, en fecha indeterminada, la UE está decidida a negociar la adhesión de los Balcanes y, quizás, Turquía.

Ahí se acabarán las ampliaciones. Por tanto, Europa tiene ya definidas cuáles pueden ser sus fronteras últimas. Al Este, los 5.000 kilómetros de frontera terrestre del mar de Barents al mar Negro. Al Sur, los más de 5.500 kilómetros de frontera marítima desde el estrecho de Gibraltar a Beirut. Las "amenazas para la seguridad mutua" a las que se enfrentarán ambas partes van desde "las emisiones nucleares" hasta la "inmigración ilegal" o "el crimen organizado", pasando por "el contrabando" o "las redes terroristas".

Lazos culturales

En el Este, "la diferencia del nivel de pobreza es sustancial", señala el informe de 14 páginas que presentará Bruselas. Pero "los lazos culturales en esas fronteras son especialmente importantes porque las comunidades tienen una larga historia de convivencia a través de unas fronteras que se han movido en numerosas ocasiones". En el Sur, la frontera es casi exclusivamente marítima. Serán 10 los países vecinos de la UE (los del sur del Mediterráneo). Todos tienen "una significativa diferencia de desarrollo con los del Norte [España, Francia, Italia y Grecia], pero también unos estrechos vínculos históricos, culturales y humanos".

Ante esta perspectiva, la UE quiere lanzar la política de "Nueva Vecindad", haciendo frente a los "desafíos" que describe Bruselas. De un lado, la entrada en la UE de los actuales candidatos del Este "puede acentuar" las diferencias en los niveles de vida a ambos lados de las fronteras, con la consiguiente inestabilidad en la zona.Por tanto, habrá "desafíos comunes" para ambas partes en temas como "prevención y lucha contra el crimen organizado", medio ambiente o salud pública. Y, finalmente, "será esencial" la gestión y control de las fronteras "para proteger los límites compartidos y facilitar el comercio legal".

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Con respecto al primer desafío, la Comisión propone que la UE promueva el desarrollo económico de las zonas fronterizas, sobre todo para disminuir el nivel de pobreza al otro lado. "La proximidad a los mercados de la UE", señala el informe, "aumentará el atractivo económico de las áreas vecinas y creará nuevas oportunidades en su beneficio", entre otras razones porque "esas regiones tienen unas ventajas económicas obvias como su mano de obra más barata o unos costes de transporte más bajos".

Para Bruselas, el control de las fronteras "es esencial, de crucial importancia, para la prosperidad y la seguridad conjuntas", pero debe evitarse a la vez que esas fronteras sean vistas como "barreras", y por eso hay que promover programas que beneficien a ambas partes. Para eso, y "como primer paso", la Comisión propone unos "Programas de Vecindad" que incluyan el desarrollo de infraestructuras en el transporte, comunicaciones electrónicas, medio ambiente, instalaciones fronterizas, intercambios culturales y educativos... Dos de esos programas afectan a España y Marruecos, de un lado, y a Gibraltar y Marruecos, de otro.

Hasta 2006, el dinero, los 955 millones mencionados, procederá de programas de ayuda a la preadhesión o al Mediterráneo Sur (Interreg, Phare, Tacis, Cards o Meda). Desde 2007, habrá un fondo especial para esos países fronterizos bautizado "Instrumento de Nueva Vecindad". La Comisión prevé incluir entre las zonas de especial atención para esa cooperación interfronteriza las regiones del sur de España, Francia, Italia y Grecia. Así se tendrá en cuenta en las próximas perspectivas financieras de la UE (hoy vigentes para el periodo 2000-2006) que entrarán en vigor en 2007.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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