El administrador Bremer da por seguro que EE UU sufrirá más bajas en Irak
La máxima autoridad civil afirma que son "muy altas" las probabilidades de hallar a Sadam
La máxima autoridad civil de EE UU en Irak, Paul Bremer, cree que las tropas británicas y estadounidenses seguirán sufriendo bajas mientras no consigan derrotar por completo a los partidarios de Sadam Husein que hostigan -a veces con técnicas de guerrilla urbana- a las fuerzas de ocupación. En una entrevista con la radiotelevisión británica BBC en Bagdad, Bremer aseguró que las probabilidades de capturar vivo al dictador depuesto son "muy altas" y prometió que las tropas de la coalición no cejarán hasta instaurar "la ley y el orden" en Irak.
El diplomático estadounidense, apodado el virrey de Irak, vaticinó que proseguirán durante algún tiempo los ataques contra las fuerzas de la coalición, que han perdido al menos 30 efectivos desde que el presidente George W. Bush decretase el final de las hostilidades, el pasado 1 de mayo, y unos 60 desde la toma de Bagdad, el 9 de abril. "Desafortunadamente, seguiremos sufriendo bajas... pero no existe amenaza estratégica alguna para la coalición", afirmó Bremer. "Las probabilidades de capturar a Sadam son muy altas", agregó. "Le capturaremos. Creo que es importante que le capturemos o le matemos".
Horas después de esas declaraciones, el comando central de EE UU en Irak informó de que se ayer se lanzó una nueva operación a gran escala para aplastar a la resistencia y detener a dirigentes del antiguo régimen en varias zonas de Irak. Bautizada como Desert Sidewinder (nombre que recibe una serpiente de esta zona) es la tercera de operación de esta naturaleza que emprende el Ejército norteamericano, a consecuencia de la cual fueron detenidas 61 personas y requisados 14 fusiles Kaláshnikov. La operación se realiza en una extensísima zona que abarca desde la frontera con Irán hasta el norte de Bagdad y durará varios días.
En su entrevista con la BBC, Bremer reconoció que las agresiones contra los soldados estadounidenses y británicos están retrasando la vuelta a la normalidad en Irak, pero subrayó que se han hecho enormes progresos en cuanto a la reconstrucción de las infraestructuras y en la formación de un Gobierno iraquí. También se defendió el jefe de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC), organismo que administra Irak tras la caída del régimen de Sadam, de las críticas recibidas por la lentitud con que conduce la transición política en Irak.
Bremer explicó que las prioridades de las futuras autoridades iraquíes serán redactar una nueva Constitución y convocar elecciones, y anunció -sin dar más detalles- que dentro de dos o tres semanas se reunirá lo que llamó un "consejo constitucional".
Bremer negó que Washington carezca de una estrategia para reconstruir Irak y se quejó de que los medios de comunicación pasan por alto muchos de los éxitos de su administración. "Hay muchas buenas noticias que se están perdiendo entre el ruido", afirmó. Entre sus logros, el diplomático destacó que el suministro eléctrico está ya al mismo nivel que antes de la guerra, que los hospitales iraquíes están funcionando al 95% y que se ha mejorado la distribución de agua en Basora. "Tenemos un plan, pero es un plan difícil de poner en práctica", dijo.
Mientras tanto, los ataques de guerrilla urbana contra las tropas de ocupación prosiguieron ayer con la explosión de un artefacto al paso de un convoy estadounidense en el sur de Bagdad, no lejos del aeropuerto internacional. Dos soldados resultaron heridos y un iraquí que no fue identificado murió en el incidente. También ayer, varios desconocidos lanzaron granadas contra una patrulla estadounidense en el oeste de la capital. Y el sábado por la noche, los soldados que vigilaban la entrada del Museo Nacional de Irak fueron atacados con granadas, sin que se produjeran heridos.
Bremer señaló a elementos leales al régimen de Sadam Husein como los autores de los ataques, aunque subrayó -contrariamente a lo dicho el día anterior por un jefe militar estadounidense- que no parecen actuar bajo las órdenes de un mando central. "No hay duda de que el hecho de que no hayamos acabado con ellos permite a partidarios del régimen del partido Baaz ir por los bazares y pueblos diciendo que Sadam volverá pronto y que por eso no merece la pena cooperar con la coalición", dijo.
Algunos incidentes violentos no han sido premeditados, sino que se han producido de manera espontánea como respuesta a los frecuentes registros que los soldados estadounidenses y británicos efectúan en busca de armas. En ocasiones los militares irrumpen armados hasta los dientes en casas particulares sin intérprete de árabe, con la consiguiente falta de comunicación. A veces los soldados registran a mujeres, algo que irrita enormemente a los musulmanes.
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