Titulada busca empleo

Los procesos de selección de personal "son cada vez más duros" y sobre todo para los universitarios "porque hay mucha competitividad", comenta Conchi Pérez la técnica encargada de la orientación laboral en el proyecto de inserción profesional OPEA 2002 desarrollado por la Universidad Jaume I de Castellón (UJI). Y a pesar de los conocimientos aprendidos y de las consecuentes expectativas, la percepción es que existe una carencia de herramientas a la hora de buscar empleo, añade Maribel Beas, coordinadora del proyecto. La iniciativa trató de "favorecer la autonomía" del candidato, cambiar sus actitudes y activar "la búsqueda de empleo", según explican sus responsables.

Para ello trabajaron durante seis meses con 262 candidatos al mercado laboral. "Hay quien llevaba 10 meses en paro y no hacia nada para buscar trabajo", explica Beas. El grupo estaba compuesto por licenciados o diplomados citados por el Servef (Servicio Valenciano de Empleo y Formación), inscritos como demandantes de empleo o desempleados, un grupo de voluntarios estudiantes de último curso, y miembros de la Sociedad de Amigos y Antiguos Amigos de la UJI. Casi el 72% de ellos tenía menos de 30 años y siete de cada diez participantes era mujer.

"Las tituladas universitarias tienen mayor dificultad que sus compañeros"

Un dato que apunta a una "mayor dificultad para encontrar empleo en el colectivo de tituladas universitarias con relación a sus compañeros", según indican los resultados de la iniciativa. Los responsables del proyecto, en cualquier caso prefieren no universalizar esta lectura. En el proyecto se constató, al menos, que hay más demandantes de empleo mujeres que hombres. Cabe recordar, además, que también es mayor la proporción de mujeres, en este caso en la UJI, donde éstas suponen el 54,55% de sus 13.374 alumnos.

El perfil tipo del participante del proyecto es el de una mujer con una media de 29 años, titulada superior en una carrera de ciencias humanas y sociales, con experiencia laboral previa, aunque lleva 10 meses desempleada y con habilidades insuficientes para enfrentarse a una entrevista de selección. En el proyecto se realizó una orientación individualizada que partió de identificar los recursos de cada candidato. Se realizaron no obstante recomendaciones generales: "Hacemos mucho hincapié en que se haga un curriculum vitae especifico para el puesto de trabajo", según explica Conchi Pérez.

La última parte del proyecto es el seguimiento. La mitad de los participantes encontró trabajo y el 37,7% de ellos continuaba en él tres meses después de terminar su orientación, "la mitad de ellos con contrato indefinido".

La UJI ya ha iniciado la segunda experiencia de este programa, y concluirá en marzo el año próximo. Maribel Beas esta convencida de la utilidad del servicio y de que la Universidad es "el sitio adecuado" para orientar hacia el mercado laboral.