EE UU atribuye los ataques contra sus tropas a una red organizada de resistencia
Los dos soldados norteamericanos desaparecidos cerca de Bagdad son hallados muertos
La oleada de ataques contra las fuerzas estadounidenses en Irak no cesa. Según informó ayer la Autoridad Provisional de EE UU en Bagdad, dos soldados que desaparecieron el miércoles cuando viajaban en un vehículo militar por las cercanías de la capital iraquí fueron hallados muertos. En la noche del viernes al sábado, un tercer militar murió y otros cuatro resultaron heridos en una emboscada cerca del barrio de Ciudad Sadam. Los atacantes hirieron también a un intérprete iraquí que trabajaba con los estadounidenses.
Los cadáveres de los dos soldados desaparecidos fueron encontrados a 35 kilómetros al noroeste de Bagdad. Las autoridades militares estadounidenses, que en un principio sospecharon que habían sido secuestrados, no ofrecieron más detalles. La emboscada del viernes por la noche, en la que perdió la vida un soldado norteamericano, se produjo a las 23.00 (21.00, hora peninsular española) en la zona de Thawra, muy cerca de Ciudad Sadam, un populoso barrio chií.
Se trata de los dos últimos ataques de una serie que ha causado 30 bajas en las filas estadounidenses desde el pasado 1 de mayo, cuando Bush decretó el final de las operaciones militares de envergadura en Irak. Un jefe militar norteamericano, que pidió el anonimato, atribuyó estas acciones -perpetradas en su mayoría con técnicas de guerrilla urbana- a militantes del partido Baaz, dirigido por Sadam, y a fedayines leales al régimen del depuesto presidente. "La guerra no ha terminado", dijo el militar en un encuentro con periodistas en Bagdad. "El objetivo del enemigo es desmoralizar a los iraquíes y frenar la reorganización del país".
¿Se trata de un grupo organizado o de incidentes aislados sin conexión entre sí?, le preguntaron. "Hay un grupo con una agenda común: se trata de baazistas y fedayines que tienen el objetivo de desmoralizar a los iraquíes y minar la reorganización del país", respondió el responsable estadounidense, que señaló que los atacantes operan en "células pequeñas" y "grupos fragmentados". En ocasiones, explicó la misma fuente, utilizan a jóvenes sin empleo, a los que pagan "diez, veinte o cien dólares" por atacar a los soldados. Las fuerzas de la coalición anglo-estadounidense, que cuenta todavía con más de 150.000 soldados en Irak, han detenido a 900 sospechosos en la última semana, agregó el jefe militar al hacer balance de las operaciones más recientes.
A la falta de seguridad se suma la creciente irritación de los iraquíes por la escasez de puestos de trabajo y por los cortes de luz. Los habitantes de Bagdad soportan estos días de principios de verano temperaturas de hasta 45 grados, muchos de ellos sin la energía eléctrica necesaria para conservar la comida o alimentar los aparatos de aire acondicionado. El viernes, día festivo en el mundo musulmán, un apagón dejó sin luz a la mayor parte de la capital durante más de 12 horas.
Ante esta situación, la Administración anglo-estadounidense pidió ayer tiempo para restablecer servicios básicos como la luz y el agua corriente. Un responsable de la Autoridad Provisional de la Coalición compareció ayer ante la prensa para asegurar que se está haciendo todo lo posible por normalizar la vida cotidiana de los habitantes del país y prometer que los iraquíes comenzarán muy pronto a notar los frutos de esos esfuerzos. "Les pedimos paciencia en estos días de sofocante calor", dijo el alto cargo de la Administración, quien, sin embargo, no quiso dar falsas esperanzas. "Esto no es cuestión de semanas ni de meses", señaló. "Se tardarán al menos tres años en dar a los iraquíes unos servicios públicos de calidad".
La autoridad estadounidense atribuye la escasez de suministro eléctrico a dos factores: los sabotajes contra oleoductos y gasoductos y la obsoleta infraestructura de generación, transporte y distribución de energía, construida durante los años sesenta con equipos procedentes de diversos países -lo que dificulta su reparación por la falta de recambios- y muy mal mantenida.
Según han publicado recientemente varios medios de comunicación anglosajones, entre ellos The New York Times, los servicios secretos de Sadam prepararon antes de la caída del régimen un plan para sabotear las instalaciones energéticas del país en caso de ocupación, como supuestamente atestigua un documento "secreto" hallado en Basora. La Administración estadounidense en Bagdad dijo ayer que desconocía la existencia de esos planes.
Por otra parte, las tropas británicas regresaron ayer a la localidad de Majar al Kabir, en el sur de Irak, donde el martes murieron seis militares del Reino Unido durante un motín de ciudadanos armados tras varios registros en busca de armas, informa Reuters. Un portavoz militar en Londres indicó que "habían sido bien recibidos por la población".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.