La Encarnación, almacén de la memoria

Hispalis tenía amnesia. Crónicas y restos arqueológicos aportaban datos suficientes para reconstruir el esplendor de la Bética durante el altoimperio romano (siglos I y II); sin embargo se había borrado la memoria entre la Roma clásica y la ciudad medieval.

La plaza de la Encarnación, un solar de 6.000 metros cuadrados en pleno centro de la urbe y sin edificar desde que, hace más de 30 años, se demolió el mercado de abastos que lo ocupaba; le ha curado de su enfermedad.

De la Roma tardía, siglos IV y V, sólo se conoce un pequeño testigo, el baptisterio del Patio de Banderas (no visitable). Las excavaciones realizadas en la plaza de la Encarnación han descubierto un tesoro: una serie de inmensas casas de lujo -de 1.800 y 2.000 metros cuadrados-, con mosaicos, patios porticados, pozos y una iglesia paleocristiana. Este fragmento de ciudad ha aparecido en la parte excavada, el 40% de los 6.000 metros cuadrados. La Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta dictaminó, el pasado martes, que los restos se conserven in situ. La decisión supone que Sevilla contará con el mayor conjunto arqueológico urbano de Andalucía. Los escasos vestigios tardo romanos conocidos en la comunidad hasta ahora son villas rústicas como las de Torrox (Málaga) o Almedinilla (Córdoba). Sin embargo, Andalucía está plagada de testigos del altoimperio como Itálica en Santiponce (Sevilla), el templo de Claudio Marcelo en Córdoba o las Termas de Antequera (Málaga).

El informe elaborado por el arqueólogo Fernando Amores, director de las excavaciones, ha servido de base a los técnicos de la Consejería de Cultura para adoptar la polémica decisión, que acaba con el proyecto del aparcamiento subterráneo tan ansiado por los comerciante de la zona. Su viabilidad siempre estuvo condicionada a los resultados de las excavaciones.

La constatación del valor de los restos encontrados supone la paralización del proyecto, aprobado por el anterior gobierno municipal formado por PSOE y PA, que incluía el aparcamiento público, una plaza en superficie y el mercado de abastos en un semisótano.

En lugar de ese complejo, los ciudadanos contarán con un yacimiento arqueológico en el que existen vestigios para explicar la historia de la ciudad desde el siglo II hasta el XIII, dependiendo de la cota que se elija. Los restos tardorromanos han aparecido a seis metros de profundidad. La Consejería de Cultura, encargada de velar por la conservación del patrimonio, le ha pedido al Ayuntamiento que continúe con la excavación de la totalidad del solar para que, después, los expertos decidan cual de las etapas se conservan en cada zona.

"Toparnos con la ciudad tardo romana fue una gran sorpresa. Existen muy pocos datos sobre esta época y lo que se ha encontrado siempre han sido pequeños fragmentos; ya que a partir de tres metros y medio de profundidad aparece agua y ninguna prospección ha contado con la posibilidad de trabajar en seco como hemos podido hacerlo nosotros gracias a las cuatro pantallas de hormigón que se han construido", comenta Fernando Amores. "El valor científico de lo hallado es indiscutible, pero no siempre hay que conservarlo todo", advierte Amores. La decisión está tomada: el solar albergará una cripta que se convertirá en el mayor yacimiento urbano de Andalucía que. De lo que se descubra en las siguientes campañas arqueológicas dependerá si esa cripta ocupa todo o parte del solar.