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Powell acusa a Hamás de ser "un enemigo de la paz" y pide firmeza al Gobierno palestino

El secretario de Estado norteamericano lanza una ofensiva para salvar la Hoja de Ruta

"Hamás es un enemigo de la paz", aseguró ayer en Jerusalén el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que efectuó ayer una visita relámpago para tratar de salvar por todos los medios la Hoja de Ruta, bloqueada desde hace dos semanas como consecuencia de unas inacabables negociaciones de la dirección palestina con los islamistas para establecer una tregua. Powell urgió personalmente a los primeros ministros Ariel Sharon y Abu Mazen a actuar con contundencia para preservar el plan de paz aprobado en la cumbre de Áqaba, bajo el impulso de EE UU.

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"Debemos movernos hacia delante, empujar y quitar de enmedio a aquellos que quieren pararnos, que quieren impedirnos conseguir nuestro objetivo de paz con actos de violencia y terror", aconsejó Powell ante la prensa después de entrevistarse con los jefes de Gobierno israelí, Ariel Sharon, y palestino, Abu Mazen.

Powell, que se encuentra en Jordania para participar en una cumbre político-económica internacional, efectuó ayer una escapada de pocas horas para reunirse con israelíes y palestinos. Con Ariel Sharon se reunió en Jerusalén y con Abu Mazen lo hizo en Jericó. Después de estos contactos, el emisario de la Casa Blanca llegó a la conclusión de que los responsables del bloqueo de la Hoja de Ruta, son los fundamentalistas de Hamás, que se muestran reacios a aceptar las peticiones de una tregua.

La negativa de los integristas palestinos mantiene a su vez bloqueadas a las tropas israelíes, que se niegan a replegarse de los territorios ocupados del norte de Gaza y de Belén hasta que se le den garantías de que no habrá nuevos ataques terroristas. Este repliegue constituye uno de los primeros pasos establecidos en el plan de pacificación de la Hoja de Ruta.

Powell urgió ayer a los palestinos a actuar con firmeza para desmantelar las infraestructuras terroristas, desconfiando de cualquier acuerdo de tregua. Añadió que la situación no podía quedar en mano de los islamistas y recomendó al Gobierno de Abu Mazen asumir sus responsabilidades en Gaza, desplegando allí sus fuerzas de seguridad. El secretario de Estado alzó asimismo inesperadamente el tono contra Siria, a la que acusó de no haber tomado medidas drásticas contra los dirigentes radicales exilados en su territorio, especialmente contra la cúpula de Hamás y Yihad Islámica.

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"Vamos a decirle claramente a Siria, que mientras no dé pasos en una dirección más positiva, que nosotros le hemos trazado, sus relaciones con EE UU no mejorarán y a la larga esto afectará a sus intereses", aseguró Powell en un tono amenazador hacia el régimen de Damasco, haciendo resurgir así el fantasma de una crisis como la abierta el pasado mes de abril, cuando desde Washington se barajó la posibilidad de una acción más contundente de tipo militar.

A media mañana, mientras el emisario norteamericano se encontraba reunido con el primer ministro israelí, un francotirador palestino disparaba contra un vehículo en el que viajaba una familia de colonos judíos, en las cercanías del asentamiento de Ofra, al norte de Ramala. Los disparos hirieron gravemente al conductor del vehículo, que salió de la carretera, dio varias vueltas de campana y acabó matando por aplastamiento a uno de los viajeros. Otras tres personas resultaron heridas en el atentado.

La acción, tercera de estas características que se producen en los últimos días, fue rápidamente reivindicada por el brazo militar de Hamás, las Brigadas de Ezzedine Al Kassam, que aseguró haberlo perpetrado para reclamar la libertad de los "héroes prisioneros, que se encuentran en las cárceles nazis sionistas". El incidente coincidió con una manifestación convocada en Gaza por la cúpula del movimiento fundamentalista, en la que participaron más de un millar de personas, que reclamaron también la libertad de los detenidos.

En medios diplomáticos de Jerusalén se aseguraba ayer que los grupos radicales palestinos podrían aceptar en los próximos días una tregua. Según estas mismas fuentes, el documento podría firmarse en una reunión cumbre que ha sido convocada en El Cairo, a partir del lunes.

Colin Powell (izquierda) conversa con el primer ministro palestino, Abu Mazen, ayer en Jericó.
Colin Powell (izquierda) conversa con el primer ministro palestino, Abu Mazen, ayer en Jericó.ASSOCIATED PRESS

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