La oposición se ausenta al votar el Parlamento la inmunidad de Berlusconi

La norma que establece la inmunidad de los cinco principales cargos del Estado italiano pasó ayer el último trámite parlamentario, al ser aprobada en la Cámara baja, con 302 votos de la coalición de Gobierno. Casi todos los diputados (excepto 17) de El Olivo y del Partido de Refundación Comunista, abandonaron el hemiciclo en señal de protesta, en el momento del voto final. La norma entrará en vigor con enorme celeridad para evitarle al primer ministro, Silvio Berlusconi, el duro trago de volver a presentarse ante el tribunal de Milán que lo juzga por presunto soborno a jueces.

El gesto de los diputados del Olivo (sólo permanecieron en la Cámara los parlamentarios de dos partidos menores de la coalición, el socialista y el ex democristiano de Clemente Mastella) refleja la tensión de una sesión que comenzó bajo los más negros auspicios, en una jornada tumultuosa. La sesión parlamentaria, caracterizada por las invectivas de la oposición contra un texto denominado salva Berlusconi, estuvo acompañada en el exterior del palacio de Montecitorio, sede de la Cámara, por una manifestación de los girotondi, los corros por la democracia, encabezada por el director de cine Nanni Moretti.

Al clima enrarecido se añadió un extraño incidente. Un sobre con polvo blanco y una nota llena de amenazas le llegó a la fiscal Ilda Boccassini, que sostiene la acusación pública contra Il Cavaliere en Milán. La coalición de centro-derecha rechazó todas las enmiendas presentadas por la oposición. Antes de abandonar el aula, el líder del Partido de los Comunistas Italianos, Oliviero Diliberto, se sumó a la iniciativa del ex magistrado Antonio Di Pietro que propone un referéndum popular sobre la ley, como única vía de salida, en vista de la aplastante mayoría del Gobierno.

En vísperas de la sesión parlamentaria, varios juristas habían hecho pública una petición al presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, para que no firme esta ley "inconstitucional". Sin embargo, es poco probable que Ciampi atienda su petición, entre otras razones porque el propio presidente es, indirectamente, el impulsor de esta norma que le evitará a Italia la vergüenza de asumir la presidencia europea el 1 de julio con un jefe del Gobierno procesado. La nueva ley impide el procesamiento judicial del jefe del Estado, de los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, del primer ministro, y del presidente del Tribunal Constitucional, pero no evita que la justicia pueda investigar presuntos delitos en los que se vean envueltos. En ningún caso, sin embargo, podrán ser juzgados mientras ocupen sus cargos. La inmunidad parlamentaria no existe en Italia desde que fue eliminada en 1993, al destaparse el escándalo de Tangentopoli.

El debate en la Cámara fue sumamente agitado, pespunteado de intervenciones furibundas. Piero Fassino, líder de los Demócratas de Izquierda, clamó contra una iniciativa cuyo único objetivo es asegurar "la impunidad de Berlusconi". Los efectos prácticos de la ley son demasiado contundentes, sin embargo, como para no desatar polémicas.

Presidencia europea

El primer ministro, que el martes prestó declaración en el tribunal de Milán, que le juzga por presunto soborno a los jueces en el caso de la compra-venta del grupo agroalimentario SME, a mediados de los años ochenta, no tendrá que acudir, con casi total certeza, a la próxima audiencia, fijada para el 25 de junio. Y asumirá la presidencia europea el 1 de julio libre de citas judiciales.

[Por otro lado, los equipos de salvamento que buscan a los inmigrantes del barco naufragado el sábado en las aguas del mar de Sicilia tienen pocas esperanzas de encontrar con vida a alguno de los 60 desaparecidos. Italia acusa a Libia de apoyar este tipo de inmigración ilegal.]