Ocho escritores revelan la diversidad de la literatura brasileña
De la sofisticación de los ensayos del poeta Affonso Romano de Sant' Anna (Belo Horizonte, 1937) -"ahora publico en España un libro sobre Drummond de Andrade y preparo otros dos sobre Marcel Duchamp y Ezra Pound"- a la magia narrativa de Leticia Wierzchowski (Porto Alegre, 1972), cuya última novela -A casa das sete mulheres- ha sido adaptada para la televisión en 52 capítulos con gran éxito, la literatura brasileña abarca géneros muy diversos y una amplia variedad de registros. Desde ayer, y durante tres días, la Casa de América de Madrid ha abierto sus puertas a ocho de sus voces para que debatan sobre su país en el Encuentro de escritores brasileños, en el que participarán también autores españoles como Almudena Grandes, Fernando Marías, Víctor Álamo de la Rosa, Antonio Maura y Alberto Elena.
"Es curioso que desde fuera se esperen transformaciones radicales en Brasil con los cambios políticos recientes", comentó Tabajara Ruas (Rio Grande do Sul, 1942), novelista y director de cine (su primera película, Netto pierde su alma, se proyectará el jueves durante el encuentro), "cuando la impresión general en mi país es que las reformas son muy tímidas y van muy lentas. Es algo que resulta estimulante para los que creemos que esos cambios llegarán, pero que se harán con cautela e inteligencia".
Ayer, los ochos escritores brasileños hablaron en una rueda de prensa sobre las cuestiones que les preocupan. João Silvério Trevisan (Ribeirão Bonito, 1944), que ha publicado en España su novela Ana en Venecia, habló de la emigración como de una marca de su país, y señaló el exilio como una de las características de nuestro tiempo. Miguel Sanches Neto (Bela Vista do Paraiso, 1965) contó que su obra está marcada por el analfabetismo de su familia. Dijo que fue su generación la que salió de ese "mundo de silencio" que es el que intenta recrear en su obra. Luis Antonio de Assis Brasil (Porto Alegre, 1945), del que se ha traducido su Concierto campestre, se refirió a la tensión entre civilización y barbarie como fuente de su literatura.
Un aislamiento profundo
Se habló del enorme potencial de nuevos lectores que tiene Brasil y de sus inmensas diferencias sociales, culturales y políticas. Se trató de su profundo aislamiento y de su hambre de conocimiento ("devoramos la cultura que viene de fuera"). Marina Colasanti (Eritrea, 1937), de la que se han traducido varios títulos de literatura juvenil, resumió el mestizaje de su país con su caso: "Mi familia es italiana, nací en África y maduré en Brasil". Y Milton Hatoum (Manaus, 1952) -se ha publicado su novela Relato de un cierto Oriente- explicó los tremendos contrastes: "En Manaos, una ciudad amazónica, convive la industria electrónica más moderna con miles de indígenas que conservan nuestras tradiciones milenarias. El máximo lujo con la mayor de las miserias".
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