Arenas exige al PSOE que expulse a los ediles que pactaron con el PNV
Zapatero: "No comparto la decisión de mis compañeros, pero hay que escucharlos"
Las alcaldías que el PSN ha logrado en Estella, Tafalla, Barañain, Sangüesa y Burlada, en Navarra, con el voto del PNV y otros nacionalistas, han desatado otro choque entre el PP y el PSOE por el cumplimiento del Pacto Antiterrorista. El secretario general del PP, Javier Arenas, reclamó ayer al líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que "expulse o reclame el acta" a los concejales socialistas por el "incumplimiento flagrante del Pacto Antiterrorista". Zapatero afirma que "no comparte" la acción de sus compañeros, por eso les ha abierto un expediente, pero quiere "escucharlos".
El PP reclama al PSOE que aplique a los ediles socialistas navarros "la misma medida" que a los diputados traidores de la Asamblea de Madrid. "El PSOE ha alcanzado acuerdos con grupos independentistas para arrebatarle la alcaldía a UPN, que era el partido más votado, y en clara vulneración del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo", aseguró ayer Arenas.
El Pacto habría sido incumplido, según el PP, en el párrafo en el que los dos partidos se comprometen a no llegar a "acuerdos políticos o institucionales" con el PNV y EA en tanto ambos partidos no rompan con el Pacto de Estella. Ya que el PP cree que el Plan Ibarretxe es una segunda parte de ese pacto de Estella, los socialistas habrían incumplido el pacto. Arenas, en todo caso, no fue más allá de la retórica de la crítica al referirse a esa ruptura. El PP, en todo caso, reclama a Zapatero la "expulsión de todos los concejales" socialistas navarros de esos pueblos o que, "al menos, les reclame el acta de concejal".
Los cinco alcaldes socialistas de Navarra que obtuvieron su puesto con el apoyo de los nacionalistas vascos, desobedeciendo la orden de la dirección del partido de votar en blanco, han puesto sus carnés a disposición del PSOE, informa Mikel Muez. Los ediles afectados anunciaron ayer que no renunciarán al gobierno de Estella, Tafalla, Barañain, Sangüesa y Burlada y que acatarán la decisión que sobre ellos tome el PSOE, pero no están dispuestos a abandonar sus cargos.
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso diferenciar expresamente la situación de Madrid con la de Navarra, siempre en favor de los navarros. "No comparto lo que han hecho y por eso se ha abierto un expediente, pero hay que escucharlos", dijo Zapatero. El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, horas después, tras la reunión de todos los barones con Zapatero y al actuar de portavoz de todos ellos, señaló que él no sería "muy duro" con los socialistas navarros. "Yo no criminalizaría a mis compañeros navarros porque ellos hacen política en un clima muy duro". Además, Ibarra se preguntó por qué los socialistas no puede recibir los votos, sin pedirlos, como es este caso, del PNV, que es el mismo partido "que votó la investidura de José María Aznar en 1996".
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