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La policía admite que no cortó el tráfico por la bomba de Murueta hasta ordenarlo Explosivos

El jefe de Unidad de la Comisaría de Gernika ha admitido, en un informe interno de 28 de febrero remitido al Jefe de División de Seguridad Ciudadana de la Ertzaintza, que en la actuación con motivode la bomba colocada por ETA contra un ertzaina en Murueta, el pasado 18 de febrero, el responsable de la Unidad de Explosivos le obligó a ampliar el perímetro de seguridad dispuesto inicialmente, lo que de hecho supuso cortar la carretera. Sin embargo, al ser avisado de la existencia del artefacto explosivo por el agente que lo encontró y contra el que presumiblemente iba dirigida la bomba, el Jefe de Operaciones de la comisaría, "atendiendo a la información que le va llegando", entendió que no era "necesario" cortar la carretera general que une Gernika con Bermeo.

Para entonces, como ha denunciado el sindicato mayoritario Erne, ya habían pasado más de 40 minutos, en los que el agente estuvo sin cobertura alguna junto a la bolsa que contenía la bomba, mientras los coches circulaban por esa carretera. Erne considera que esta actuación policial puso en riesgo al agente y a la población que circuló sin problemas por el lugar. La actuación policial, por la que Erne ha exigido sin éxito al consejero de Interior, Javier Balza, responsabilidades a los mandos concernidos, supuso "tardar una hora en tomar medidas de protección a la población". E implicó, además, poner "en claro riesgo" a los ciudadanos, ya que se estaba realizando un control a apenas 400 metros de donde se halló el explosivo y se dió prioridad "a una actuación programada, como es el control de alcoholemia, sobre una situación de riesgo". La bomba fue finalmente desactivada.

Toma de declaración

En su descargo, el jefe de unidad relata en su escrito que "el acordonamiento que se realiza cuando se corta la carretera es merecedor de las felicitaciones del Jefe de Operaciones de la Unidad de Explosivos, quien lo describe como uno de los mejores que ha visto". El citado informe policial, al que ha tenido acceso este periódico, revela que uno de los motivos de la tardanza -que no se pone en cuestión, aunque se admite que hay contradicciones en los minutos empleados en recorrer los 6 kilómetros que separan la comisaría del lugar donde estaba el artefacto- fue que se priorizó la toma de declaración de un ciudadano. "Uno de los agentes de la primera patrulla que tenía que acudir al lugar del incidente se encontraba en ese momento recogiendo una denuncia a un ciudadano (hecho este que pudo retrasar la salida)", se admite.

Erne también ha criticado el hecho de que la jefatura no se desplazara al lugar de los hechos o que no se diera cuenta del incidente a los agentes, éxtremo éste negado en el informe. "Considero que la actuación de quien en aquel momento dirigía la comisaría no tiene tacha alguna, ya que ejerció sus funciones desde el centro de control y mando de la comisaría de Gernika", dice el jefe de unidad.

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