Sólo un 2% de los universitarios ve su futuro laboral con optimismo
El 28% de los estudiantes simultanea el trabajo con las asignaturas, según un sondeo
Siete de cada diez universitarios madrileños ven su futuro laboral lleno de nubarrones. El 38% califica de "muy mala" la situación del mercado de trabajo para los jóvenes, y el 35%, de "mala", según una encuesta realizada a 1.643 estudiantes por la Escuela de Estadística de la Universidad Complutense para el periódico Menos 25 y la ONG Cooperación Internacional. El 23% ve "regular" el horizonte laboral, y sólo un 2% lo contempla con optimismo. Seis de cada diez alumnos se dedican sólo a su carrera; un 28% trabaja, y el resto querría trabajar, aunque no encuentra dónde.
Mientras miles de jóvenes madrileños se han enfrentado estos días a los exámenes de selectividad con la ilusión y la esperanza de acceder a alguna facultad universitaria, los 245.000 que ya están matriculados en un campus público o privado ven con pesimismo su futuro.
El 23% de los 1.643 alumnos encuestados para este estudio por la Escuela de Estadística de la Complutense sólo quiere trabajar en algo relacionado con la carrera que cursan; el 15% aceptaría cualquier empleo y el resto prevé preparar oposiciones. Éste el tercer Barómetro Universitario realizado por la Escuela de Estadística de la Complutense para el periódico Menos 25 y el segundo dedicado al empleo.
Siete de cada diez entrevistados esperan trabajar en la profesión que estudian; un 7% prefiere dedicarse a la investigación o a la enseñanza; un 7% quiere establecerse por cuenta propia; un 1,3% se dedicará al negocio familiar, y un 6% quiere ser funcionario.
A cuatro de cada diez encuestados no le importaría trabajar en otro país de la Unión Europea siempre que pudiera desempeñar la tarea para la que se ha formado. Los países preferidos son Italia, Francia y Reino Unido y el menos atractivo Alemania. Un 32% sólo está dispuesto a trabajar en España y un 10% no quiere moverse ni de Madrid.
Cataluña, Andalucía y Castilla y León son las comunidades autónomas preferidas por los universitarios para desempeñar su profesión, siempre que no puedan hacerlo en esta región. El País Vasco es el que tiene menos tirón, por el conflicto político que allí se vive (un 38% dice que no le gustaría trabajar en Euskadi), y tampoco Extremadura es un destino que interese a los estudiantes.
El 42% de los universitarios que trabaja lo hacen en el sector servicios y, en mucha menor medida, en asuntos administrativos y financieros, en la informática y en la Administración pública. El 28% tiene contratos temporales; el 12%, contrato fijo a tiempo parcial, y el 11%, fijo a tiempo completo. Pero casi una cuarta parte de los estudiantes con empleo trabaja en la economía sumergida sin contrato alguno.
La mayoría de estos alumnos que simultanea sus estudios con alguna actividad laboral dedica 19 horas semanales al trabajo y el 77% cobra menos de 601 euros brutos al mes. Hay otro 13% que percibe de 601 a 901 euros.
La mitad de los estudiantes empleados reconoce que su puesto no tiene nada que ver con sus estudios, aunque se muestran satisfechos con él. No es que sean conformistas, simplemente ven el trabajo que desempeñan como una ocupación coyuntural para obtener ingresos mientras estudian y esperan encontrar algo mejor al finalizar la carrera. No obstante, un 23% está muy poco satisfecho con su actual empleo y un 5% confiesa sentirse "muy a disgusto" con él. Siete de cada diez estudiantes no dejarían la Universidad por un buen trabajo.
Realización personal
La principal motivación de los estudiantes para acceder al mundo laboral es la realización personal y, a mucha distancia, lograr una fuente estable de ingresos, realizar alguna contribución a la sociedad y desarrollar un trabajo creativo.
El 48% de los universitarios opina que los estudios que están cursando "no son ni fáciles ni difíciles", un 33% los ven "difíciles" y un 7% "muy difíciles". Sólo un 8% de los estudiantes califican su carrera de "fácil".
Preguntados sobre las deficiencias de la Universidad, los estudiantes destacan como principales carencias el exceso de teoría y la falta de prácticas (un 21%); la masificación y la precariedad de las infraestructuras (20%); la existencia de malos profesores (18%); las evaluaciones injustas (11%); la escasa relación entre los conocimientos impartidos en las facultades y el mercado laboral (9%), y el hecho de que no se fomenten los trabajos en equipo (6%). La mitad de los jóvenes entrevistados creen que los titulados de otras facultades tienen un nivel de preparación similar a la suya.
Los aspectos universitarios que más valoran los estudiantes son la relación con los compañeros, así como las cafeterías y bibliotecas de los centros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.