Los humos del tráfico intenso duplican el riesgo de asma en niños
El asma, la rinitis alérgica, la tos seca y el resuello asmático pueden estar causados por la contaminación provocada por el tráfico, según dos nuevos estudios realizados en Alemania y Taiwan con más de 315.000 niños en total publicados en The European Respiratory Journal. Aunque ya se sabía que la contaminación atmosférica, especialmente los humos de los tubos de escape de los vehículos, causaba un aumento de las exacerbaciones de algunas enfermedades respiratorias, cada vez parece más claro que el aire contaminado puede inducir asma y otros trastornos respiratorios en los niños.
El trabajo realizado en Múnich con 4.000 niños por un equipo dirigido por Thomas Nicolai y Erika von Mutius, del hospital Universitario Infantil, indica que los niños que viven a menos de 50 metros de calles muy transitadas (con un tráfico de más de 33.000 vehículos diarios) tienen casi el doble de probabilidades de padecer asma alérgico que la población en general (aumento del riesgo del 180%). Las cifras son inferiores, pero aún alarmantes, respecto a la tos y el resuello asmático (aumento del riesgo del 160%). La susceptibilidad a la alergia también aumenta (entre el 17% y el 56% dependiendo del alergeno), especialmente en niños que están expuestos al humo del tabaco.
En el estudio realizado en Taiwan por el equipo de Yueliang Leon Guo se compararon las cifras de polución atmosférica con las de incidencia de rinitis alérgica en una población de más de 300.000 escolares. Los investigadores revelaron una conexión clara (aumento del riesgo del 16% en niñas y del 17% en niños) entre el monóxido de carbono o los óxidos de nitrógeno en el aire ambiental y la incidencia de rinitis alérgica, un proceso relacionado con el desarrollo del asma.
En un comentario adjunto a estos trabajos firmado conjuntamente por Bert Brunekreef, de la Universidad de Utrecht, y Jordi Sunyer, del Instituto de Investigación Médica de Barcelona, los expertos se muestran cautelosos sobre la responsabilidad del tráfico. "A buen seguro", escriben, "la variación mundial en la incidencia del asma es tan amplia que parece improbable que la contaminación atmosférica relacionada con el tráfico sea el principal determinante de dicha variación. No obstante (...) estamos viendo gradualmente más datos que indican que (...) la polución atmosférica quizá no sea simplemente un factor que desencadena ataques en pacientes que ya han desarrollado asma".
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