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Menos del 13% de los docentes pasa el examen del perfil de euskera

La prueba de conocimientos avanzados registra peores resultados

Sólo el 12,4% de los 5.623 profesores que se inscribieron este año en la convocatoria libre para obtener el perfil lingüístico 1 (conocimiento básico del euskera) y el 2 (que permite dar clases de euskera o en euskera) ha conseguido aprobar los exámenes, celebrados el pasado mayo, y hacerse con los títulos correspondientes. La convocatoria tenía este año una importancia especial, ya que en julio se celebrarán las primeras oposiciones organizadas por Educación desde 1994 y sólo podrán presentarse a ellas los docentes que estén en posesión de uno de los dos perfiles.

A lo largo de cada año, los docentes que quieren conseguir el título tienen dos ocasiones para presentarse: la convocatoria libre, cuya pruebas ya se han celebrado, y a través del programa oficial Irale, al que acuden profesores liberados durante todo el año por el Departamento de Educación para que aprendan euskera. Estos exámenes, de carácter restringido, se realizarán a mediados de este mes.

Las oposiciones convocadas en julio han hecho que aumentasen de forma notable los inscritos en la prueba libre. Mientras el curso pasado se presentaron 1.100 personas para acreditar el perfil 2, este año lo han hecho 2.033 de las 2.886 inicialmente inscritas. En el caso del nivel 1, el año pasado realizaron el examen 2.732, una cifra similar a la de los inscritos este año, pero debido a que la convocatoria de 2002 era para el perfil 1 y también para lograr el perfil lingüístico específico de las auxiliares de educación especial, colectivo que debía enfrentarse a unas oposiciones poco después.

Los peores resultados de este año los han cosechado los docentes que se han examinado para obtener el perfil lingüístico 2, que han logrado sólo un 7,76% de aprobados frente al 17% que consiguió sacar el perfil 1. A la espera de conocer los resultados del Irale, los exámenes celebrados en los últimos años para acreditar los perfiles, ya sea en la prueba libre o en la restringida, están deparando unos resultados muy negativos. En la convocatoria del Irale del año pasado, siete de cada diez profesores suspendieron.

Educación puso en marcha este programa hace más de once años y cada curso le dedica alrededor de 40 millones de euros. El nivel de aprendizaje del euskera entre el profesorado de los colegios públicos ha crecido de manera espectacular gracias a este programa, pasando del 5% que conocía la lengua vasca a mediados de la década de los años 80 al 75% actual que es capaz de dar clases de cualquier asignatura en la lengua vasca. Por el contrario, en la red privada concertada el porcentaje de conocimiento de la lengua cooficial disminuye: sólo la mitad de los docentes cuenta con el perfil lingüístico 2.

Repercusión negativa

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A pesar de sus logros, el programa Irale no ha escapado a las críticas de los profesores que tienen que recurrir a él para aprender el idioma y no correr el riesgo de perder la plaza que ocupan. Comisiones Obreras, sindicato mayoritario entre los docentes de la red pública, considera que la "presión" a la que se está sometiendo al profesorado repercute "muy negativamente" en su salud y en la calidad del servicio que prestan a los alumnos.

El secretario general de Enseñanza de Comisiones Obreras, Javier Nogales, también criticó al departamento por no soslayar en las oposiciones que se llevarán a cabo en julio la exigencia de contar con el perfil lingüístico 2 a los profesores que se presentan a plazas donde se va a impartir la clase en castellano. Es el caso de un grupo de profesores técnicos de Formación Profesional que han montado los ciclos formativos y, según Nogales, no han tenido opción de acceder al programa Irale. "Ahora ven cómo las plazas que ocupan salen en las oposiciones sin que ellos [los interinos] tengan ni siquiera la oportunidad de presentarse", protestó.

A los exámenes de la oferta pública de empleo sólo podrán presentarse docentes con perfil 1 o 2 y, de manera excepcional, aquellos interinos sin perfil que estuvieran trabajando en los colegios de la red pública antes de 1993 y los que aspiren a plazas en los conservatorios de música de la comunidad.

El departamento busca desde hace unos años algún tipo de salida para los docentes que no saben euskera y que, con el paso del tiempo, cada vez lo tienen más complicado dentro del sistema educativo. Alguna de las posibilidades esbozadas por la consejera de Educación, Anjeles Iztueta, han sido duramente criticadas por los partidos de la oposición.

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