Los partidos arropan a Rigol y echan tierra sobre su desliz con las fuerzas y cuerpos de seguridad

Los partidos catalanes se esforzaron ayer por tratar de pasar página lo antes posible de la polémica originada por el desliz del presidente del Parlament, Joan Rigol, quien el pasado jueves calificó en tono de broma de "animales" a la policía durante una conversación privada. Sólo el Partido Popular le instó a poner su cargo a disposición de la Cámara, si bien el vicepresidente primero del Gobierno central, Mariano Rajoy, restó trascendencia al "error". El director general de la Policía, Agustín Díaz, consideró en cambio que pedir disculpas es una "insuficiente reparación al agravio".

Rigol gusta de aderezar los plenos del Parlament con comentarios jocosos, pero la broma que gastó el jueves creyendo que el micrófono estaba cerrado le debió de congelar su habitual sonrisa. Cuando un diputado le preguntó si tocaba debatir un punto del orden del día referente a la protección de animales, Rigol afirmó: "Ahora toca otro tipo de animales, las fuerzas y cuerpos de seguridad". Higini Clotas, vicepresidente primero de la Cámara, apostilló: "Lo han sido mucho y todavía, a veces, lo continúan siendo".

El presidente del Parlament expresó de inmediato "disculpas muy sentidas" por el comentario y se dirigió a las máximas instancias policiales de Cataluña para excusarse. Pero la tormenta no amainó: todos los sindicatos policiales le exigieron la dimisión.

Ayer, el presidente del Parlament fue arropado por la mayoría de partidos catalanes, que quieren zanjar el asunto cuanto antes, al considerar que el traspiés es sólo "una anécdota". Sólo el PP consideró que el gesto de contrición de Rigol es insuficiente. El presidente del Grupo Parlamentario Popular, Alberto Fernández Díaz, exigió al presidente de la Cámara que ponga su cargo a disposición de la Mesa del Parlament, y la portavoz del partido, Alicia Sánchez Camacho, tras pedirle "un gesto para reparar el daño", subrayó: "No nos satisfacen las excusas dadas por Rigol".

Fuentes cercanas al presidente del Parlament explicaron que éste se encuentra apesumbrado por la polémica creada y que pondrá el máximo empeño en tratar de cerrar las heridas que han abierto sus comentarios. Las mismas fuentes añadieron que no se plantea dimitir.

Rigol y Convergència i Unió (CiU) recibieron con alivio el tono contemporizador del vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, quien se mostró partidario de pasar página cuanto antes: a su juicio, se trata de un "error que cualquiera puede cometer" y que ya ha sido rectificado. En su opinión, el error "no puede empañar" una trayectoria como la de Rigol.

El Ministerio del Interior se mostró mucho más duro, pero sin llegar a reclamar la dimisión del presidente del Parlament. En una nota, calificó de "gravemente injustos" y de "frívolamente denigrantes" los comentarios. Interior pidió al político democristiano que extienda "sus disculpas institucionales a todos y cada uno" de los agentes, así como "a todos los ciudadanos, a quienes lejos de representar como presidente, ha ofendido".

El director general de la Policía, Agustín Díaz, calificó la "gracia" como una "torpeza impropia" de su cargo. "Pedir disculpas es insuficiente reparación al agravio", aseguró Díaz en un comunicado, en el que añade: "Nadie puede, con valor de respuesta total, aceptar su lo siento".

El sindicato CAT, que tiene implantación en los Mossos d'Esquadra aunque es una fuerza minoritaria en el cuerpo, se sumó ayer a la petición de dimisión realizada la víspera por los sindicatos de la policía nacional y por las asociaciones de la Guardia Civil.