"Contribuiremos a estabilizar el centro de Europa"

Cuando se cumplen 10 años de la escisión de la República Checa y 14 de la caída de la dictadura comunista, Eslovaquia, el miembro pobre de la pareja, está a punto de asumir su pertenencia plena a la Alianza Atlántica y a la Unión Europea, que se producirán en 2004.

La entrada en la OTAN de esta república de 5,5 millones de habitantes y un tamaño similar a Extremadura contribuirá a crear "una situación estable en el centro de Europa", afirma Eduard Kukan, ministro de Asuntos Exteriores eslovaco, que ha participado esta semana en la reunión de los países de la Alianza y de los nuevos miembros.

"Europa central es una región política muy sensible", explica Kukan, que recuerda que ahí se gestaron las dos guerras mundiales. Por eso "es muy importante la estabilidad en esa zona para Europa y para las relaciones transatlánticas".

Eslovaquia es parte de esa nueva Europa que apoyó a Estados Unidos, Reino Unido y España en las semanas previas al ataque a Irak. "La OTAN y Europa estaban divididas y decidimos lo que creíamos correcto, que era no dar ninguna oportunidad a Sadam Husein", dice Kukan. "No creo que la crisis esté resuelta, porque la división fue muy clara, pero ahora la reconstrucción de Irak está ayudando a dejar aparte las diferencias", afirma el ministro.

Este país, que durante su unión con la República Checa formó parte del Pacto de Varsovia,

no sólo quiere "tener el mismo nivel de seguridad" que los Estados vecinos. También pretende "jugar un papel activo en la OTAN", incluida en la fase de posguerra en Irak. "Hemos aportado expertos en armas químicas bacteriológicas, y nos estamos preparando para enviar 80 ingenieros del Ejército al sector polaco de Irak", afirma Kukan.