Israel pone en libertad a casi un centenar de los 6.000 presos palestinos en su poder
Entre los liberados se encuentra Ahmed Yubara, que llevaba en prisión desde 1975
Israel puso ayer en libertad a casi un centenar de presos palestinos. Es parte del acuerdo alcanzado en la última reunión entre el primer ministro, Ariel Sharon, y su homólogo palestino, Abu Mazen. A diferencia del contingente anterior de presos liberados tras el primer encuentro oficial entre ambos dirigentes, los de ahora tienen un carácter político. La mayoría procede de la penitenciaría de Ketziot, situada en el desierto del Néguev, y de la base militar de Ofer, adyacente a Ramala. Entre los liberados está Ahmed Yubara, el preso palestino más veterano, que llevaba en la cárcel desde 1975.
La excarcelación más importante fue la del miembro de la Comisión Ejecutiva de la OLP, Taysir Jaled, que inmediatamente se desplazó a la Mukata en Ramala, donde fue recibido con gran efusividad por el presidente palestino, Yasir Arafat. Después del secretario general del movimiento Al Fatah en Cisjordania, Maruán Barguti, Jaled, dirigente a su vez del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), era el líder de mayor rango político de todos los que se hallan en cárceles israelíes.
Otra liberación simbólica fue la de Ahmed Yubara, quien a sus 68 años era el preso más veterano. Conocido popularmente por el sobrenombre de Abu Sukar, Yubara llevaba desde el año 1975 en la prisión de Ashkelón, tras participar en un atentado perpetrado con explosivos en una calle próxima a la plaza de Sión de Jerusalén, y en el que perdieron la vida 13 personas y sufrieron heridas otras 70. "Se trata de un paso positivo que va a crear un clima propicio para que prosigan las negociaciones", declaró Hicham Abdelrazeq, ministro palestino encargado de los prisioneros. Otro miembro del Gabinete, Ziyad Abu Amr, calificó la liberación de decisión "cosmética".
El resto de presos puestos en libertad estaban en régimen preventivo, es decir, sospechosos que fueron detenidos por las fuerzas de seguridad israelíes y, aunque sin cargos, puestos bajo custodia por periodos extensibles de seis meses. En este mismo régimen, definido como administrativo, quedan otros 6.000, según las estimaciones de la organización israelí de derechos humanos Betselem.
El movimiento islamista radical Hamás reaccionó ayer con acritud ante el órdago que el presidente de EE UU, George W. Bush, lanzó a Abu Mazen en la cumbre de Sharm el Sheij, cuando apeló a que cumpla con "la responsabilidad que ha asumido", en la creación de una nueva política antiterrorista y en el desarme de las milicias palestinas. Uno de los principales portavoces de Hamás, Abdel Asís Rantisi, calificó la demanda de Bush de "peligrosa".
Hablando desde la ciudad de Gaza, Rantisi dijo: "Si Abu Mazen no condena esta propuesta, nosotros no podemos considerarle como representante del pueblo palestino". Rantisi afirma que el primer ministro debe "condenar el terrorismo sionista", refiriéndose a la ofensiva militar que el Ejército israelí lleva a cabo en los territorios palestinos.
A pesar de haber anunciado hace tres días el levantamiento del bloqueo y la retirada de los centros urbanos, el Ejército sigue operando en algunas áreas autónomas. Entre ellas, en el casco antiguo de Nablus, donde ayer fue abatido un miliciano armado y tres jóvenes resultaron heridos por disparos en las piernas mientras tiraban cócteles molotov contra las patrullas militares. Asimismo, continúa cerrada Ramala, donde rige el toque de queda, por temor a que desde allí se lance un atentado suicida contra la cumbre de Áqaba.
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