Sharon y Abu Mazen ponen en marcha la Hoja de Ruta en presencia de George W. Bush
El primer ministro israelí promete desmantelar los asentamientos ilegales y el palestino, el fin de la violencia
La histórica cumbre celebrada hoy en Aqaba entre israelíes y palestinos con la mediación de EE UU cuenta ya con el compromiso de Israel de apoyar la creación de un estado palestino viable e independiente, eso sí, libre de armas y dentro de unas fronteras de momento provisionales. Así lo ha asegurado el primer ministro israelí, Ariel Sharon, en su declaración final de la Cumbre que hoy le ha llevado a la mesa de negociaciones con su homólogo palestino, Abu Mazen, y con el presidente de EE UU, George W. Bush. En contrapartida, Abu Mazen se ha comprometido a acabar con la Intifada que desde hace 32 meses ha sembrado de víctimas Oriente Próximo.
Tras la reunión tripartita, el primero en hablar ha sido Bush, que ha vuelto a animar a las partes a dar pasos "inmediatos y contundentes" en favor de la paz. La respuesta de Sharon, en su turno, ha sido la de que Israel reconoce "la importancia de la integridad territorial de Cisjordania para un estado palestino viable". Esta "integridad territorial" supone, de facto, el desmantelamiento de las colonias construidas en los territorios ocupados. De hecho, Sharon ha anunciado a continuación que "comenzaremos a desmantelar las colonias no autorizadas".
Por su parte, el primer ministro palestino, Mahmud Abas (alias Abu Mazen), se ha comprometido a "desplegar todos sus esfuerzos y usar todos los medios a su alcance" para acabar con la Intifada, que, a su juicio, no tiene "solución militar". Su compromiso es el fin de la violencia y el terrorismo contra los israelíes, por lo que ha llamado a su pueblo a "poner fin" a la lucha armada y ha abogado por una lucha pacífica contra la ocupación israelí. La buena disposición de Abu Mazen, sin embargo, no va a encontrar el respaldo de todos los grupos que sostienen la Intifada contra Israel. Pese a que Abu Mazen ha anunciado repetidas veces su intención de arrancar una tregua de los grupos radicales palestinos, Hamas ha anunciado tras el fin de la cumbre que no piensa deponer las armas. Tampoco los colonos israelíes han acogido con entusiasmo el anuncio de Sharon del desmantelamiento de colonias.
Se trata de medidas preliminares, destinadas a restaurar la confianza entre ambos pueblos, perdida tras más de dos años y medio de violencia, iniciada precisamente tras una visita de Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas. Una vez recorrida la primera parte del camino, se abordarán el resto de asuntos, como las fronteras definitivas de la Autoridad Palestina, el reconocimiento del Estado de Israel, el futuro de los asentamientos judíos autorizados, el regreso de los refugiados palestinos o la complicada cuestión de la capitalidad de Jerusalén. La reunión de hoy ha sellado el compromiso de trabajar por esa vía.
En todo caso, se da por hecho que ya ha echado a andar la Hoja de Ruta, el plan de paz elaborado por el Cuarteto de Madrid (Rusia, EE UU, UE y ONU) y que fija un estado palestino independiente para 2005. Como fase previa, exige una serie de medidas para restaurar la mutua confianza que han sido las esbozadas hoy por Abu Mazen y Sharon. Como primer paso, ha sido celebrado por el presidente estadounidense, que en su intervención ha resaltado que « se han hecho progresos importantes en Aqaba". Comprometido con un estado palestino y al mismo tiempo con la seguridad de Israel, vecinos en una Tierra Santa que "deben compartir", Bush ha anunciado la creación de una misión, dirigida por John Wolf, que supervise la aplicación de los pasos previstos en la Hoja de Ruta y de equipos que ayuden a los palestinos a garantizar la seguridad.
Tras los pasos de Clinton
Siguiendo los pasos de su antecesor en el cargo, Bill Clinton, Bush ha tenido que ponerse al mando de una nueva iniciativa de paz en Oriente Próximo. Así, ha llegado a primera hora al puerto jordano de Aqaba, en el mar Rojo, para celebrar su primera cumbre con los jefes de Gobierno israelí y palestino. La conferencia, a la que también ha asistido el rey Abdalá II como anfitrión, tenía como objetivo comprometer a ambos líderes en la aplicación de la Hoja de Ruta y se produce tras la que Bush celebró ayer en el balneario egipcio de Sharm El Sheij con algunos de los aliados árabes de EE UU en la región, reunión a la que también asistió Abu Mazen.
Abu Mazen estaba acompañado de los ministros Yasir Abed Rabó, Mohamed Dahlan, Salam Fayad y Nabil Shaat. Por su parte, Sharon ha viajado desde Israel, acompañado de Silvan Shalom, Ehud Olmert, Saul Mofaz y Yosef Lapid. La agenda de esta crucial cita ha arrancado con varios encuentros bilaterales en la residencia de verano real, Beit al Bahr (La casa del mar). Así, hacia las 10.15 horas, Bush se ha entrevistado con Abbas, y poco antes lo había hecho con el rey y con Sharon.
Tres debutantes para una negociación
La escala en el emirato qatarí supone la última etapa de la gira de Bush por Oriente Próximo, la primera que realiza por la región desde que tomó posesión en enero de 2001 y que también incluía una visita a Kuwait, que se anuló por motivos de seguridad.
También es la primera cita en la que Abu Mazen actúa como máximo interlocutor palestino, como consecuencia de la negativa de Bush y Sharon a negociar con el rais Yasir Arafat, y a las exigencias de una mayor separación de poderes en la ANP.
Aunque Sharon cumplió una legislatura al frente el Gobierno israelí y fue reelegido hace cuatro meses, nunca antes había participado en conversaciones de paz de alto nivel. Así, este encuentro supone el debut de estos tres líderes casi tres años después de la fallida cumbre de Camp David, que reunió a Arafat, Bill Clinton y el entonces primer ministro Ehud Barak.
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