Bomberos al rescate

Un grupo de rescate muy especializado de la organización no gubernamental Bomberos Sin Fronteras, constituido por 10 personas y 6 perros adecuadamente adiestrados, se encuentra desde anoche en Argelia para colaborar en el rescate de las víctimas causadas por el fuerte seísmo que el pasado miércoles causó centenares de muertos y miles de heridos. Partieron ayer a las 16.30 desde su sede central en Algemesí, para embarcar en el aeropuerto de Manises en un aerotaxi fletado por su cuenta ante la falta de respuesta de la Dirección General de Protección Civil.

Avalados por sus experiencias en los terremotos de Turquía (1999) y El Salvador (2001), los bomberos valencianos se ayudan, además de los perros, por tecnología muy avanzada para la localización de las personas que permanecen sepultadas bajo los escombros. Los canes son los primeros en actuar. Con su especial olfato detectan los puntos donde pueden hallarse enterradas las personas, tanto si están con vida como si han fallecido. Sus ladridos alertan a los rescatadores, que de inmediato trasladan su equipo técnico, dotado con sensores que aprecian cualquier pequeña vibración del terreno, hasta el punto de detectar el habla o cualquier sonido o gemido que emita la víctima. A continuación los bomberos se valen de una microcámara para apreciar la exacta ubicación de la persona, lo que les permite un mejor acceso hasta ella a la par que una mayor seguridad. También han desplazado hasta Argelia grupos electrógenos y material de iluminación con la finalidad de poder trabajar durante la noche en los lugares afectados por el terremoto.

Actuar con rapidez es "básico" en este tipo de catástrofes, asegura el presidente de Bomberos Sin Fronteras, Moisés Belloch, ya que "a partir de las 24 horas disminuye en un 50% la posibilidad de encontrar supervivientes". Pero también recuerda que en un terremoto en Turquía rescataron a un hombre siete días después del seísmo.

Los terremotos con derrumbamientos de edificios ofrecen muchas más posibilidades de encontrar víctimas con vida que los que ocasionan avalanchas de tierra, caso del ocurrido hace dos años en El Salvador. Belloch lo atribuye a que tras los hundimientos de inmuebles "existen muchas más entradas de aire, por tanto las personas sepultadas pueden aguantar más horas".

Varios miembros de esta ONG madrugaron ayer para conseguir los numerosos permisos y autorizaciones que se requieren para prestar su desinteresada colaboración. Como no conseguían ningún tipo de respuesta por parte del Ministerio del Interior, se buscaron por su cuenta un medio de transporte. El más económico es el marítimo pero en barco no hubieran llegado a la capital argelina hasta las siete de esta tarde. A media mañana se les brindó la posibilidad de viajar en un aerotaxi. Pese a su elevado coste -6.000 euros-, no lo dudaron porque con este medio podían llegar a las ocho de la tarde de ayer. La embajada argelina en Madrid fue decisiva para su traslado. "Incluso pudimos hablar con un ministro", apuntó Belloch, quien no ocultó su "disgusto" ante la ausencia de ayuda por parte de las autoridades españolas.

Existen otros grupos de rescate en España, pero Belloch apuesta por el suyo: "Nosotros contamos con los equipos más completos, dado que abarcamos todas las fases, desde la localización hasta el rescate".