La Asamblea de Cajasur abre la puerta para que entre capital privado en los próximos dos años

La Asamblea de Cajasur decidió ayer facultar al Consejo de Administración de la entidad que preside el sacerdote Miguel Castillejo para la emisión de cuotas participativas, es decir, la entrada de capital privado. El director general de Cajasur, Francisco Jesús Jurado, dijo que la autorización atañe a los próximos dos años por un importe de 1.700 millones de euros. Jurado precisó: "A día de hoy, no sabemos si nuestra entidad llegará a emitir cuotas participativas, entre otras cosas, porque aún no están suficientemente definidas desde el punto de vista legal".

La medida ha caído como un jarro de agua fría entre los representantes del PSOE e IU, que se opusieron, mientras que el PP aplaudió la decisión de la Asamblea. La de ayer fue la última reunión de este órgano que, bajo los estatutos aprobados por el Ministerio de Economía, experimentará un mayor control de la Iglesia Católica, mientras que los ayuntamientos cordobeses y la Diputación verán disminuida su presencia.

El vicepresidente de Cajasur en representación de la Diputación de Córdoba, Antonio Fernández Poyato, lamentó que no haya informe alguno que explique las razones para emitir cuotas participativas, algo que, a su entender, es preceptivo antes de la votación.

Sobre las consecuencias de la apertura al capital privado, Fernández Poyato argumentó que los accionistas que inviertan en la caja "lógicamente deberán ser remunerados", por lo que "el beneficio de Cajasur se repartirá entre esos accionistas y la Obra Social y Cultural". Así, Fernández Poyato advirtió de que el beneficio para los accionistas "será dinero que se detraiga" de la Obra Social, "con lo que es un paso hacia la privatización de Cajasur". La vicesecretaria general del PSOE andaluz, María del Mar Moreno, fue más allá y aseguró que con esta medida "el dinero de la Obra Social y Cultural irá a parar al bolsillo de los amigos del PP y Castillejo".

El coordinador provincial de IU y representante del Ayuntamiento de Córdoba en la Asamblea, Andrés Ocaña, lamentó la apertura al capital privado en la caja. "Puede darle una dimensión radicalmente distinta de la que tiene ahora", explicó Ocaña, quien precisó que se abre la puerta a un nuevo modelo de caja que "desvirtúa el sentido de lo que es una caja de ahorros, aparte de situarla fuera del ámbito y del control de Córdoba, su provincia y Andalucía".

Ocaña consideró que esta decisión hará que Cajasur se parezca más a un banco, "pues se va configurando como una entidad financiera de ámbito nacional". El coordinador provincial de IU agregó que la posibilidad de que haya capital privado provocará que "escape del control público, de la ciudadanía y de la sociedad".

Por su parte, la apertura al capital privado en Cajasur fue aplaudida por el PP. Uno de sus representantes, Rafael Campanero, calificó el proceso como "normal, ya que lo hacen todas las cajas, e incluso los bancos". Campanero rechazó el argumento de la privatización de la caja y aseguró que se trata de "contar con un activo muy importante y posibilitará una mayor expansión de Cajasur".

La asamblea aprobó también las cuentas del ejercicio anterior, que arrojan 8.361 millones de euros de activo y unos beneficios, antes de impuestos, de 88,9 millones. La liquidación del presupuesto de la Obra Social para 2002 ascendió a 19,3 millones. El PSOE e IU votaron en contra, mientras que el PP apoyó los resultados. Antonio Fernández Poyato explicó: "No estamos de acuerdo con las cuentas ni con el modelo de gestión, que hipoteca el futuro de Cajasur".

Castillejo defendió que la caja no renunciará a la expansión a otras zonas de España, aunque dijo que "seguirá estando presente sobre todo en Andalucía".