ETA niega que vaya a declarar una tregua y asegura que sus "frentes" siguen abiertos
La banda aclara en una declaración de tres portavoces que sigue rechazando el 'plan Ibarretxe'
ETA resolvió ayer las especulaciones que había levantado su comunicado del pasado domingo y aseguró, en una comparecencia de tres portavoces ante periodistas a la que tuvo acceso EITB (la radiotelevisión pública vasca), que no tiene intención de declarar una tregua. "No. Hay que decir que por parte de ETA no existe ningún alto el fuego táctico", responde uno de los terroristas a la pregunta de si la organización está en tregua. "Los frentes abiertos hasta ahora siguen abiertos", añaden en otro momento. La banda precisa que sigue rechazando de plano la propuesta soberanista de Ibarretxe.
La comparecencia de los tres portavoces encapuchados, de los que sólo dos toman la palabra, sirvió para presentar las conclusiones del proceso de debate realizado por la banda al que hizo alusión en su comunicado y cuyas resoluciones dijo entonces que presentaría "en breve".
El debate de la banda, cuyo resultado recoge en su boletín interno Zutabe del pasado abril, muestra que, pese a algunas interpretaciones hechas estos días, ETA sigue en los mismos principios que cuando rompió la tregua en diciembre de 1999, condicionando el fin de la violencia a la concesión del derecho de autodeterminación y el reconocimiento de la territorialidad (forma de referirse a la unión de la comunidad autónoma vasca, Navarra y el País Vasco francés).
La banda sostiene incluso, según la versión colgada en su página web por el diario Gara, que "ha llegado el momento de renovar la Alternativa Democrática", la propuesta que incluye tales principios y que difundió en 1995, en el mismo comunicado en que reivindicó el intento de asesinato de José María Aznar.
La banda insiste en otro de sus postulados ya conocidos al afirmar que "si se garantizara el respeto a la voluntad de la ciudadanía vasca [su forma habitual de referirse al derecho de autodeterminación], ETA no tendría que defender por las armas a Euskal Herria". Sus portavoces dejan claro a renglón seguido cuál va ser su actuación futura: "Los frentes abiertos hasta ahora siguen abiertos, algunos frentes se adecuarán y se abrirán otros nuevos".
Los portavoces de ETA precisan además otro aspecto de su comunicado: la banda sigue rechazando de plano el plan soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Como decía el domingo, la organización armada insiste en que "consultar al pueblo es motivo de alegría" y que ETA "siempre se muestra a favor de eso". Pero recalcan, como la banda ya dijo en diciembre, que la propuesta de Ibarretxe "no busca ni una solución ni hacer una consulta para conocer cuál es la opinión de Euskal Herria". El plan, insisten, "es parcial, cerrado y excluyente y no busca la resolución del conflicto. El comportamiento partidista del propio Ibarretxe así lo demuestra".
Estas palabras echan por tierra la interpretación que había hecho el Gobierno central, empezando por su presidente, de que los nacionalistas estaban preparando una nueva alianza con la banda. Ayer mismo, unas seis horas antes de que se difundiese la intervención de los terroristas, Aznar insistía en que el plan Ibarretxe "es el único motivo de alegría de ETA".
Los portavoces insisten en sus ya conocidos ataques a los partidos de la derecha y la izquierda españoles y franceses, pero arremeten de igual manera contra los que "autoproclamándose abertzales renuevan su apuesta por el regionalismo", citando expresamente al PNV, Eusko Alkartasuna, Aralar y la formación nacionalista francesa AB.
ETA renueva su apuesta por el voto nulo que defienden las candidaturas herederas de Batasuna, sufragios que, considera, "traerán avances en la lucha de liberación" y "harán daño al enemigo".
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