Una reconstrucción larga y difícil

Estados Unidos tardará entre cinco y diez años, quizá más, en "poner Irak de nuevo en pie", y para ello necesitará obligatoriamente ayuda de la ONU. Así piensa el experto estadounidense Kenneth Pollack, uno de los defensores más ardientes del derrocamiento por la fuerza de Sadam Husein.

Pollack, que conversó ayer por videoconferencia con un grupo de periodistas, sostuvo que era previsible que EE UU tuviera problemas en la transición de Irak, pero subrayó que Washington ha cometido en las últimas semanas una serie de errores que pueden costarle caro.

"La situación ha sido caótica no sólo en Bagdad, sino también en Washington, con la Administración intentando decidir quién se ocupa de qué, quién manda sobre quién". Uno de los fallos más graves, señala este ex agente de la CIA y ex miembro de la Administración Clinton, es no haber llenado rápidamente el vacío de poder dejado por el régimen de Sadam Husein. "Se ha creado entre los iraquíes una sensación de incertidumbre, de que los estadounidenses no saben realmente qué están haciendo", dijo.

Pollack recordó que lo mismo sucedió en Yugoslavia tras la caída de Tito, con trágicas consecuencias: "Nadie se hizo cargo de la situación y eso llevó a una rápida disolución del Estado. La gente tenía miedo de vivir con esa sensación de incertidumbre".

Además, el autor del libro The Threatening Storm

-The Case for invading Iraq (La tormenta amenazadora-Las razones para invadir Irak), que hizo sonar las alarmas sobre el peligro del régimen de Sadam, cree que las tropas de EE UU deberían haber protegido de los saqueos edificios clave como ministerios, hospitales y museos, y no sólo el Ministerio del Petróleo. "Algunos de los errores fueron honestos. Las fuerzas estadounidenses hicieron un gran esfuerzo para no ofrecer una imagen de fuerza de ocupación y por eso se mantuvieron al margen. Desafortunadamente, eso fue un error. Lo que los iraquíes realmente necesitaban era que los estadounidenses dijeran claramente 'aquí mandamos nosotros y aquí están las nuevas normas".

Para Pollack, EE UU necesita de la experiencia, del personal y de los recursos de la ONU para reconstruir Irak. "Creo que sería lo mejor para EE UU, para Irak y para el resto del mundo que la ONU juegue un papel de paraguas sobre toda la operación", señala. En su opinión, la reconstrucción va a ser un proceso más largo de lo que cree la mayoría. "Cualquiera que piense que se tardará un año o dos en poner de nuevo Irak en pie no conoce bien la situación o no sabe nada de posguerras. Es ridículo pensar que éste es un proceso de uno o dos años. Y será difícil, no imposible, para EE UU mantener la legitimidad de su presencia en Irak el tiempo necesario, que serán cinco o diez años, o quizá más".

El experto estadounidense criticó a Rusia y Francia por adoptar una "posición antagónica" en el Consejo de Seguridad, al intentar imponer a EE UU el papel de la ONU en la reconstrucción iraquí. A su juicio, lo mejor es que negocien un acuerdo con Washington y resten así argumentos a los unilateralistas más radicales.