Al Qaeda es más peligrosa que antes del 11-S, según los expertos
El IISS pide el restablecimiento de la relación transatlántica
El informe anual del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, en sus siglas en inglés) de Londres augura un aumento del terrorismo a corto plazo por la invasión de Irak. Los regímenes árabes darán prioridad a la seguridad "y por tanto al autoritarismo en perjuicio de la democratización". Para el IISS, Al Qaeda es ahora "más peligrosa que antes del 11-S" y podría contar con unos 18.000 "terroristas potenciales".
El IISS hace un llamamiento a la reconciliación entre Washington y París y la reconstrucción de la acción conjunta en las instituciones multilaterales dañadas por la crisis: Naciones Unidas, la Unión Europea y la OTAN.
El presidente del instituto, John Chipman, advirtió ayer de que "no sería sensato" creer que la campaña de Irak ha "intimidado" al terrorismo antiamericano y aseguró que "los efectos coercitivos plenos del cambio de régimen en Irak y la expansión de la huella y la influencia de Estados Unidos sobre Al Qaeda y sus seguidores en la región del Golfo puede tardar mucho tiempo en verse". Chipman consideró "crítico" que en los próximos años siga habiendo una campaña "vigorosa" contra el terrorismo.
El informe del IISS, más de 350 páginas dedicadas a analizar la evolución de la situación estratégica mundial en los últimos 12 meses, considera que Al Qaeda sigue siendo el mayor peligro para EE UU y para el mundo: "Hoy está reconstituida y operando de otra manera, pero es más insidiosa y peligrosa que antes del 11 de septiembre", y sigue siendo "una potente organización terrorista internacional que puede tardar generaciones en ser desmantelada".
Pero si la campaña de Afganistán no ha servido para acabar con Al Qaeda, la de Irak no parece que vaya a llevar la democracia a los regímenes árabes en el próximo cuarto de hora. "El cambio de régimen en Irak, si se hace con esmero y rapidez, puede incentivar la democratización en algunos Estados del Golfo, incluidos Irán y Arabia Saudí", reconoce el texto. Pero de inmediato añade que las visiones "idealistas" de la Administración de Bush pueden acabar siendo "realistas o minimalistas" dada la escasa tendencia de la opinión pública de EE UU a gastar dinero en esa causa. "Más aún", añade el texto, "al menos a corto plazo la intervención de EE UU en el mundo árabe es probable que inflame las motivaciones terroristas". "Regímenes como los de Egipto, Jordania y Yemen, por consiguiente, seguirán dando prioridad a la seguridad, y por lo tanto al autoritarismo, en perjuicio de la democratización".
Chipman, que quitó importancia al hecho de que aún no se hayan encontrado armas de destrucción masiva en Irak -"el hecho de que tampoco se haya encontrado a Sadam no significa que no exista", frivolizó- hizo un llamamiento para recomponer la relación transatlántica. Pero lo hizo desde la óptica de Washington y Londres, metiendo el dedo en el ojo de París y quizá Berlín: "Algunos influyentes Estados europeos deberían abandonar sus ilusiones de un mundo multipolar" y curarse "de su reciente ataque de artritis estratégica". A EE UU le recomendó que "dedique más tiempo a vender sus políticas en el extranjero que en casa".
El informe del IISS subraya también que la crisis de Irak "ha dañado claramente la reputación de EE UU en el mundo" y, sin criticar el fondo, se despega de la forma en que la Administración de Bush ha hecho las cosas: "La manera en que EE UU ha impuesto su voluntad es difícil que sea olvidada". Pero por encima de eso, para el IISS subyace la necesidad de que ambas orillas del Atlántico recompongan el consenso.
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