Zapatero avisa al PP de que el poder económico acumulado irá a "empresarios de verdad"

Un viejo resquemor de los socialistas salió anoche a flote en el mitin que José Luis Rodríguez Zapatero protagonizó en Santander. El líder socialista se acordó de las privatizaciones de las empresas públicas y de sus destinatarios posteriores. "Habrá una nueva redistribución de la riqueza cuando gobernemos, y le digo a la derecha que no se va a quedar con el poder económico que ha acumulado, porque éste irá a los empresarios de verdad y no a los que tienen intereses concretos o de partido". Una advertencia sobre la que no aportó concreciones.

Pero de lo que quiso ayer hablar Zapatero en Santander fue de las diferencias entre la forma de gobernar la derecha y la izquierda. Y, en Cantabria, donde el PSOE nunca ha ganado las elecciones, expresó un apoyo entusiasta a la candidata socialista a la presidencia del Gobierno autónomo, Dolores Gorostiaga, cuya gestión, aseguró Zapatero, se parecerá mucho a la que lleva a cabo el presidente asturiano Vicente Álvarez Areces (PSOE). Y utilizó como ejemplo del buen gobierno de Areces su política sobre educación.

El líder del PSOE se compromete a contar con todos los partidos para acabar con ETA

"Si ganamos en 2004, serán derogadas las leyes del Partido Popular sobre educación"

"Habrá una nueva redistribución de la riqueza cuando gobernemos"

Primero, un anuncio concreto: "Si ganamos en 2004, las leyes educativas del PP serán derogadas", anunció Zapatero. Éste se comprometió a que en una legislatura 300.000 familias tengan acceso a una plaza de educación infantil y aprovechen al máximo los centros escolares, manteniéndolos abiertos 11 meses al año. También se comprometió a desarrollar un plan de choque para la prevención del fracaso escolar, que en España alcanza el 28% en la enseñanza media.

"La política del PP en educación ha sido la de disgregar y separar, dejando a la intemperie a mucha gente, porque para el PP la mejor política social es la que no existe", afirmó. El hilo conductor del discurso de Zapatero consistió en acusar al Gobierno de favorecer "el beneficio y el negocio", de abandonar las políticas sociales y de desatender algunas funciones propias del Estado. Al cumplirse seis meses de la catástrofe del Prestige, Zapatero subrayó que que "sólo se han visto políticas neoliberales en Galicia, en Asturias, en Cantabria, y no se ha visto al Estado".

El líder socialista aseguró que si gobierna en 2004 "se acabará la prepotencia y volverá el diálogo". Y, tras defender que ETA está más debilitada gracias al Pacto Antiterrorista del PSOE y PP, aseguró que si gana en 2004 contará "con todos los partidos" para acabar con ETA.