El PSC arropa a Maragall y acusa a CiU de ver la pluralidad como una "amenaza"

El Partit dels Socialistes (PSC) efectuó ayer agrias críticas contra CiU e insistió en que la federación nacionalista no mide a todos los ciudadanos según el mismo rasero, sino que los trata de forma distinta según su origen o su ideología. Pero Maragall, que el domingo agitó las tranquilas aguas de la política catalana al subrayar las diferencias entre los catalanes de origen y los de adopción, rebajó ayer el tono de su discurso y adoptó una actitud mucho más positiva. Fue José Montilla, primer secretario del partido, el que tomó el relevo y sostuvo que en Cataluña no todos los ciudadanos son iguales. "Para CiU la pluralidad es una amenaza", aseguró.

Maragall no dijo ayer ni una palabra de la polémica y estuvo mucho más comedido de lo habitual. En Granollers (Vallès Oriental), donde participó en un mitin, se mostró entusiasmado con el futuro que vislumbra para Cataluña si en otoño los socialistas ganan las elecciones y adoptó un tono completamente en positivo: se presentó a sí mismo como un "hermano mayor" para los alcaldes, y a los nacionalistas Artur Mas y Josep Antoni Duran apenas les dedicó una invectiva, sin citarlos: "Muchos de los que ahora ladran no estaban [en la lucha contra el franquismo]", dijo.

El cambio de tono de Maragall no implica ninguna rectificación, sino más bien un nuevo reparto de papeles. Los asesores del candidato socialista están más que satisfechos con la marcha de la campaña, cuya agenda hasta ahora viene marcada por las argumentaciones del presidente del PSC; pero para evitar que se les escape de las manos, irrumpieron ayer en la campaña su primer secretario, José Montilla, y el responsable de política municipal , Celestino Corbacho.

Montilla y Corbacho -dos de los líderes no nacidos en Cataluña más significativos del partido- cerraron filas con Maragall y, con otras palabras, reiteraron las argumentaciones que tanto han encrespado a CiU: que los nacionalistas tienen una visión cerrada y "corta de miras" de Cataluña, y que no ven de la misma forma a todos los ciudadanos del país: "Algunos todavía se ven con derecho a determinar quién puede ser presidente de la Generalitat y quién no; su concepción de país es muy preocupante", afirmó Montilla.